Vacaciones

Cómo no engordar este verano

La Razón
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«Tres consejos básicos: camine en sus ratos libres, beba mucha agua e incluya alimentos frescos y de temporada»

Las consultas de los endocrinólogos se llenan antes y después del verano, pueden intuir por qué antes del verano, pero además vemos como todos los otoños la población gana peso durante el periodo estival. Si me piden consejo para evitar esta realidad clínica poco hemos avanzado más allá del «menos plato y más zapato» y es que en verano se suele comer más y moverse menos. Por lo tanto, para conseguir que esa balanza no se mueva hacia la derecha tres o cuatro dígitos debemos revertir esta desaconsejada costumbre veraniega.

Por un lado está claro que en el verano el incremento de las temperaturas predispone poco a la realización de ejercicio, pero también es cierto que tenemos más tiempo para realizarlo, así que va el primer consejo: ande o haga cualquier deporte cada día a las primeras horas de la mañana o en la tarde noche, al menos tres horas a las semana de deporte o al menos asegúrese que da más de 10.000 pasos al día (con los nuevos dispositivos móviles es fácil cuantificarlo).

El tema de la comida y de la bebida, como pueden entender, es crítico, empezaremos por la bebida. Durante el verano hay más pérdida de líquidos por la transpiración y, por tanto, necesitamos hidratarnos más.

El segundo consejo: hidrátese con agua, mucha agua, calmar la sed con bebidas alcohólicas o con otras bebidas refrescantes altas en azúcares es una de las causas fundamentales de ese incremento en el peso.

Ahora le toca a la comida, el verano también es una época del año donde comemos más fuera de casa y donde nuestra dieta es más irregular. Tercer consejo: Incluya en todos sus menús una ensalada de verduras u hortalizas y que al menos la mitad de la ingesta sea de estos productos, al ser su principal componente el agua tienen muy bajo contenido calórico y suelen apetecer más en esta época. Y, por último, intente consumir productos de temporada, naturales y frescos.

Si cumple estos tres consejos con más rigor que el verano pasado no se asustará después de las vacaciones al subirse a la balanza.