Alimentación

Diez claves para que los niños coman sano durante el verano

La bollería contiene muchos ácidos grasos trans, aditivos y conservantes
La bollería contiene muchos ácidos grasos trans, aditivos y conservanteslarazon

La OCDE, Organización de Cooperación y Desarrollo económico, ha puesto en el punto de mira en la alimentación infantil en nuestro país. Los datos de obesidad y sobrepeso nos sitúan por encima de la media europea, con un aumento preocupante a lo largo de los últimos años de reciente crisis económica. Debido a la escasez de recursos, las familias han tenido que sustituir alimentos caros y más sanos, como el pescado, la fruta y la verdura, por otros más grasos, pero más saciantes. En otros casos, la mala nutrición se debe a una escasa cultura alimenticia, a hábitos perjudiciales y, en muchas ocasiones a la falta de paciencia para inculcar en nuestros hijos unas costumbres saludables en la mesa.

El experto en nutrición Ata Pouramini y autor del libro «Tú eres tu medicina» ha elaborado un decálogo con el que pretende ayudara los padres durante el periodo estival. Por ello recuerda que lo aprendido durante los primeros años será la base de la edad adulta y una deficiente alimentación puede suponer a la larga una merma en la calidad y la esperanza de vida.

1. Burbujas de forma ocasional. No comprar productos gaseosos ni bebidas artificiales de forma habitual, sólo excepcionalmente. Los zumos no deben substituir al agua.

2. Concienciar sobre los azúcares añadidos. Es necesario informar a los niños de que los azúcares añadidos son tan peligrosos como fumar. Los productos «sin azúcares» no son una solución, tienen aspartamo y otros edulcorantes.

3. Alimentos frescos. Otra de las claves es el consumo de alimentos enteros frescos y naturales. Lo mejor, fruta y verdura de temporada.

4. Poca variedad en las comidas. No hay que mezclar una gran variedad de productos en cada comida. No se debe sobrecargar a los niños dándoles demasiadas opciones.

5. Evitar productos envasados. Sobre todo, la comida genéticamente manipulada, los aditivos, los conservantes y los ácidos grasos-trans, presentes en algunas margarinas, galletas, aperitivos fritos salados o patatas fritas industriales.

6. Poco aceite y de calidad. Evitar los aceites baratos y las comidas aceitosas. Para reducir la presencia de grasa, se puede escurrir la comida con papel secante.

7. Dieta rica en pescado. Fomentar el consumo de pescado, el de aceite de oliva y evitar las carnes procesadas.

8. Recompensa. Celebrar hayan comido bien y motivarles diciendo que serán más fuertes.

9. Enseña a tu hijo a cocinar. Es una buena manera de que aprenda a utilizar los alimentos y ver cuáles se deben comer y cuáles no y de que forma hay que prepararlos.

10. Comprar productos orgánicos.