España

La importancia de una semana más en la supervivencia de bebés prematuros

Un estudio de la Sociedad Española de Neonatología (SEN) ha revelado que la tasa de supervivencia de los bebés que nacen por debajo de las 23 semanas en España es 'excepcional' pero, sin embargo, puede casi triplicarse en los bebés que nacen una semana más tarde. Además, está condicionada por otros factores como el peso al nacer o el sexo.

Así se desprende de los resultados de un trabajo realizado por esta sociedad científica publicado en la revista 'Anales de Pediatría' para conocer las tasas de supervivencia de los bebés que nacen con una edad gestacional menor de 26 semanas, teniendo en cuenta que un recién nacido a término tiene entre 37 y 42 semanas.

Los datos han sido extraídos de la base nacional que recoge la información de todos los niños nacidos con menos de 1.500 gramos de peso, que se actualiza de forma permanente y es utilizada para conocer los resultados de la asistencia a estos bebés tan prematuros.

En este caso se analizaron solo los más pequeños, es decir, un total de 3.236 bebés nacidos con 26 semanas de gestación o menos, teniendo en cuenta que los que nacen con entre 22 y 25 semanas se encuentran en el denominado 'límite de viabilidad'.

Así, los resultados muestran que las tasas de supervivencia específica a las 22 y 23 semanas de edad gestacional fue del 12,5 y 13,1 por ciento. Sin embargo, el porcentaje casi se triplica una semana más tarde, ya que a las 24 semanas sobrevivieron el 36,9 por ciento de los bebés. A las 25 semanas la supervivencia era de más de la mitad (55,7%) y a las 26 del 71,9 por ciento.

"Los niños de 22 semanas apenas sobreviven y, cuando lo hacen, es a expensas de experimentar muchas complicaciones y largas estancias hospitalarias, lo que supone grandes sufrimientos para ellos y sus familias", ha explicado en declaraciones a 'Sinc', recogidas por Europa Press, Fermín García-Muñoz Rodrigo, del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil de Las Palmas de Gran Canaria y uno de los autores de este estudio.

Sin embargo, este experto reconoce que las posibilidades de supervivencia aumentan y la proporción de complicaciones va disminuyendo progresivamente con el aumento de la edad gestacional. De hecho, los niños de 26 semanas, a pesar de ser de muy alto riesgo, se consideran viables y son un grupo de referencia para comparar los resultados en las demás edades gestacionales.

Asimismo, el grado de premura al nacer también condicioona el riesgo de complicaciones. Prueba de ello, fue la supervivencia sin hemorragia intracraneal grave, leucomalacia periventricular (daño de la sustancia blanca del cerebro próxima a los ventrículos), displasia broncopulmonar (trastorno pulmonar crónico) o retinopatía de la prematuridad (desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo), que fue del 1,5% a las 23 semanas; 9,5% a las 24; 19,0% a las 25 y 29,9% a las 26.

NECESITAN REANIMACION ACTIVA Y CUIDADOS INTENSIVOS

"La supervivencia sin enfermedad grave en menores de 23 semanas de gestación es excepcional, y en recién nacidos de 23 y 24 semanas, muy baja", apunta el médico. "Los recién nacidos con 25 semanas o más de gestación tienen posibilidades razonables de supervivencia y, en ausencia de malformaciones mayores, se les debería ofrecer reanimación activa y cuidados intensivos".

No obstante, este grupo de expertos publicará próximamente un nuevo estudio en el que se analizan otros posibles factores que podrían influir en la supervivencia de estos niños, además de la edad gestacional.

En este sentido, García-Muñoz reconoce que hay otros aspectos como el peso al nacer o el sexo también son claves en la supervivencia de estos neonatos, ya que por ejemplo se ha visto que las niñas evolucionan algo mejor que los niños.

También influyen otros factores como si la madre recibió corticoides antes de dar a luz para madurar los pulmones del bebé y si el feto es único y no se trata de un embarazo múltiple. "Son factores muy importantes ya que todos aumentan las posibilidades de supervivencia", subraya García-Muñoz Rodrigo. Otros factores son también si el feto presenta malformaciones o no, el control de la gestación, los valores y expectativas de los padres.