España

La musicoterapia reduce el malestar de los tratamientos de quimioterapia

La musicoterapia reduce el malestar físico y psíquico que produce la quimioterapia, especialmente en mujeres con cáncer de mama, según un estudio presentado en el V Congreso Nacional de Musicoterapia, que se clausura hoy en Barcelona.

Coincidiendo hoy con la celebración del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, los musicoterapeutas -hay unos 2.000 titulados en España- reunidos en Barcelona este fin de semana han destacado que la música no sólo reduce la ansiedad y mejora las habilidades comunicativas, sino que es una manera de expresar dudas y miedos a pacientes de cáncer.

Los expertos han asegurado que la musicoterapia acompaña los cuidados paliativos, mejora el dolor crónico en fibromialgias, esclerosis múltiple y aligera el proceso de afrontar la muerte y por eso, “esta terapia con música se está aplicando cada vez más en patologías crónicas”, han asegurado los organizadores del Congreso.

En el encuentro se ha presentado un estudio elaborado por la musicoterapeuta Mireia Serra Vila en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, en el que comparó el efecto de la musicoterapia en mujeres con cáncer de mama durante la sesión de quimioterapia.

La conclusión principal del estudio es que “la musicoterapia, aplicada en un contexto hospitalario, y de manera individual con la persona durante su ciclo de quimioterapia, puede ser beneficiosa para el paciente y por eso abogamos por la inclusión de este tratamiento en un equipo multidisciplinar”, según Serra.

En su estudio, realizó sesiones musicoterapéuticas en varios ciclos de la quimioterapia aplicada a mujeres con cáncer de mama.

Los objetivos principales del uso de la música como instrumento terapéutico eran, principalmente, relajarse, distraerse y focalizar, socializar y, finalmente, expresar las emociones de las pacientes.

La investigación demostró que, a corto plazo, la ansiedad y la depresión de las pacientes se redujo después de la sesión de quimioterapia, y mejoró síntomas asociados a la quimioterapia, como la pérdida de apetito.

Además, las mujeres participantes en las sesiones de musicoterapia mostraron más capacidad de exteriorización de sentimientos y manifestaron que el proceso quimioterapéutico se les hizo más corto.

Los musicoterapeutas han recordado que desde el año 2005, la Fundación Oncolliga ofrece este tipo de tratamiento a sus usuarios mediante talleres dirigidos a enfermos con cáncer o a sus familiares.

Esta fundación también ha iniciado proyectos de musicoterapia con asociaciones de mujeres afectadas por cáncer de mama, así como en unidades de Oncología de diferentes hospitales de Barcelona, de la mano de la psicooncóloga Patricia Martí.

Según Martí, “los pacientes que participan en un tratamiento de musicoterapia suelen describir la experiencia como positiva, mejoran en el estado anímico y bienestar, aumenta la comunicación familiar, y la esperanza y fuerza interior”.

La psicooncóloga ha destacado los buenos resultados de la aplicación de la musicoterapia no sólo en las fases de diagnóstico, fase paliativa y tratamiento, sino también en mujeres supervivientes del cáncer de mama.

“Ofrecer un espacio de musicoterapia estructurado es importante también en el caso de estas mujeres, que deben aprender a ‘normalizar’ su vida en un momento en que aún deben continuar conviviendo con muchos interrogantes y posibles secuelas”, ha afirmado Patricia Martí.

La musicoterapia es el uso de la música o de sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) en pacientes o grupos para facilitar y promover comunicación, relación, aprendizaje, movilización, expresión, organización y otros objetivos terapéuticos para conseguir cambios y satisfacer necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.

Un reciente estudio sobre la situación de la musicoterapia en España muestra que la educación especial es el contexto laboral en el que la mayor parte de musicoterapeutas desarrollan sus tareas, seguido de un 19 % en prevención, 13 % en educación general y un 10 % en geriatría.

Otras áreas con presencia de musicoterapeutas son: salud mental y rehabilitación (9 % en cada área), entorno médico-hospitalario (8 %), servicios sociales (4 %) y cárceles (1 %).

Algunos hospitales españoles ya han apostado por introducir esta disciplina en ámbitos como trastornos del espectro autista, Alzheimer y demencias, trastornos neurológicos y psíquicos, cáncer o cuidados paliativos.