Galicia

La tuberculosis, una infección en aumento

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Los expertos aseguran que un 30 por ciento de los afectados no se declara en España

El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es contundente: en 2013 se produjeron nueve millones de nuevos casos de tuberculosis, medio millón más que sus primeras estimaciones, ya que han mejorado sus sistemas de análisis y son capaces de detectar un mayor número. «Gracias a un impulso coordinado de los países, la OMS y otras entidades colaboradoras, se han mejorado sustancialmente las encuestas nacionales y los esfuerzos de vigilancia. Esto nos ha proporcionado más y mejores datos, y nos acerca cada vez más a comprender la verdadera carga de la tuberculosis», reconoció ayer Mario Raviglione, director del Programa Mundial contra la Tuberculosis de la OMS. Eso sí, en numerosos lugares la enfermedad sigue representando un estigma y «muchos países ocultan sus datos. Es más, aquí en España, aún hay pacientes que no se atreven a reconocer que padecen o han sufrido tuberculosis», afirma Joan Caylà, director de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Y, aunque en España contemos conun buen sistema sanitario, Caylà asegura que «el 30 por ciento de los casos no se declaran». Y es que, de acuerdo con el desglose por países del informe internacional, en 2013 sólo aparecieron 5.539 nuevos casos, una cifra que, como indica el experto, es «muy inferior a la realidad». Los sistemas de control no funcionan porque «el plan de prevención de la tuberculosis que se aprobó en 2007 por el cual se conocería mejor cada dato se ha ido posponiendo». Ahora mismo, son los médicos los que deben notificar cada caso, pero no lo hacen. Para atajar este problema, el plan propone crear sistemas alternativos para definir estos casos a través de centros de microbiología, entre otros. «En Galicia y Barcelona se están haciendo las cosas bastante bien, porque así ayudan a verificar el cumplimiento del tratamiento», insiste el miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Él mismo ha podido comprobar cómo aún hoy «cuesta decir que se tiene tuberculosis. Los enfermos, en muchas ocasiones, hablan de que tienen una mancha en el pulmón, pero no directamente de la enfermedad». Así, a pesar de los años, «se sigue asociando la tuberculosis con la pobreza y, en realidad, cualquier persona se puede infectar», insiste el experto.

Sólo en un año fallecieron en todo el mundo 1,5 millones de personas. Todo por una bacteria que se transmite por la inhalación de gotas de saliva –se mete en las vías respiratorias por toser, hablar o cantar– y de la que se ha dejado de investigar, según los expertos, desde hace muchos años. Y es que la resistencia a los medicamentos sigue siendo una de las principales preocupaciones de los médicos. De acuerdo con la OMS, los casos de tuberculosis multirresistentes, más difícil de tratar y de sanar, aumentan cada año en 480.000. Son el 3,5 por ciento de todos los casos registrados en el mundo en 2013. Como explica Caylà, «las personas que no toleran el tratamiento habitual –puede durar hasta seis meses– en ocasiones tienen que seguir con medicación durante dos años». El investigador tampoco es optimista en lo que se refiere a su erradicación: «No será en este siglo porque crear una buena vacuna –como la de la viruela– es muy difícil».