Embarazo
Los endocrinos piden regular por ley la sal yodada
Quieren generalizar su uso en el embarazo y la lactancia ara garantizar un desarrollo neurológico adecuado del feto
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha pedido hoy regular desde el punto de vista legal la introducción de la sal yodada en la cadena alimenticia, así como generalizar su uso durante el embarazo y la lactancia para garantizar un desarrollo neurológico adecuado del feto.
Erradicar el déficit de yodo en España es una vieja reivindicación de esta sociedad científica, según ha señalado en rueda de prensa su presidente, Manel Puig, con motivo de la celebración de la Semana Internacional para el Conocimiento del Tiroides.
El yodo es un macronutriente imprescindible para la síntesis de las hormonas tiroideas, esenciales para que todas las actividades del organismo funcionen adecuadamente.
En la población normal, los niveles óptimos de yodo para que el tiroides funcione adecuadamente son de 140-150 microgramos por litro al día, mientras que en las embarazadas es de entre 250 y 300, ya que durante la gestación la mujer necesita sintetizar hormonas tiroideas para dos y, además, aumenta la eliminación de yodo en la orina.
Una de las funciones más importantes de las hormonas tiroideas es la de contribuir a la maduración cerebral del niño, tanto en el periodo gestacional como a lo largo de los primeros años de vida.
De ahí la importancia de que la mujer reciba un suplemento de yodo durante la gestación, pero también en los meses previos cuando se está planeando el embarazo y durante la lactancia, pues la leche materna se convierte en la única fuente de yodo del bebé.
Una deficiencia ligera de yodo en la embarazada se asocia con déficit de atención, autismo y deficiencia mental del feto, pero también con problemas durante el embarazo y el parto, ha explicado la doctora Anna Lucas, secretaria del área de conocimiento del tiroides de la SEEN.
Según un estudio elaborado por esta sociedad en 257 mujeres embarazadas, denominado Tirogest, en la mayoría de los centros sanitarios españoles el hipotiroidismo (mal funcionamiento del tiroides) antes y durante la gestación puede estar infradiagnosticado.
En cuanto a la población general, el doctor Puig ha precisado que «simplemente con un decreto ley se podría conseguir la introducción del yodo en toda la cadena alimentaria», por ejemplo haciendo obligatorio su uso en todas las conservas y alimentos elaborados y subvencionando la sal yodada.
Países como Suecia o Austria también han puesto en marcha otras medidas como yodar el agua, al igual que se hace con el cloro, o alimentar las vacas con este mineral para enriquecer la leche.
El déficit de yodo no solo influye en el mal funcionamiento de la glándula tiroidea sino que también está relacionado con el segundo tipo más frecuente de cáncer de tiroides, ha explicado el doctor Juan Carlos Galofré de la SEEN.
Este tumor es el quinto más común en la mujer, su prevalencia es comparable a la del cáncer de útero y solo se ve superado en frecuencia por el de mama, pulmón y colon.
EFE
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