Cambios climáticos
El futuro está en los viernes
A veces, una pequeña acción individual desemboca en un movimiento planetario. Eso es lo que sucedió cuando, el pasado mes de agosto, una joven estudiante sueca, Greta Thunberg, decidiese hacer huelga frente al Parlamento sueco en vez de ir al colegio. Concienciada desde pronta edad de los efectos del cambio climático, Greta no sólo ha conseguido sacar los colores a unos políticos e instituciones que miraban para otro lado, sino que ha conseguido movilizar a buena parte de la juventud del planeta. Esta iniciativa contra el cambio climático, impulsada por jóvenes, recoge en gran medida el discurso de la Agenda 2030 respecto al Objetivo 13 y el plan de Transición Ecológica. En efecto, debemos apoyar estas iniciativas, no sólo porque no tengamos Planeta B, sino porque se trata del legado que dejamos a las futuras generaciones. Todos sabemos que el cambio climático es uno de los mayores retos de nuestro tiempo. Justamente por eso, se trata de la mayor amenaza a la que nos enfrentamos, tanto a nivel medioambiental, como económico y social. Y la principal respuesta es el multilateralismo como una acción concertada no sólo entre países, sino también contando con la sociedad, para que éstas sean más justas e inclusivas.
Los ciudadanos españoles somos conscientes de la importancia del reto al que nos enfrentamos. En este sentido, el movimiento iniciado por Greta Thunberg, nos recuerda que debemos integrar a los jóvenes y la Agenda 2030, y hacerles partícipes de los procesos de cambio impulsados por el Gobierno. Iniciativas, como la de esta joven estudiante sueca, son fundamentales para acompañar el cambio que necesitamos. Nos exigen ambición y justicia climática. No tenemos un Planeta B. Los jóvenes lo saben y no van a permitir que se juegue con el futuro del planeta. En definitiva, con el suyo propio.
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