Libros

Libros

La fuerza del misterio

«Esta obra está en relación con la senda vital que cada uno recorre»

Ramón Tamames / Foto. Gonzalo Pérez
Ramón Tamames / Foto. Gonzalo Pérezlarazon

«Esta obra está en relación con la senda vital que cada uno recorre»

La verdad es que llegado uno a cierta edad, inevitablemente con alguna experiencia de la vida y del propio devenir histórico, pocas veces se encuentra uno tan vivo y contento como en las conversaciones filosóficas. En ese sentido, permítanme los lectores de LA RAZÓN, y más concretamente de esta columna de «Planeta Tierra», que trate de contagiarles el interés que estoy sintiendo estos días, con la presentación de mi último libro, ya referenciado aquí la semana pasada, «Buscando a Dios en el universo».

No he escrito esta obra, como algunos suponen, pensando que el 1 de noviembre de este año iba a cumplir los 85. No tiene nada que ver con la proximidad más o menos lejana de una ausencia inevitable.

Mucho más está en relación con la senda vital que cada uno recorre, y en esa dirección, a mi provecta edad indicada, siento mi cabeza más ligera y pensarosa, al tiempo que lúdica. Para imaginar cuestiones que no pude abordar anteriormente en extensión, por anteriores premuras ocasionales.

Con filósofos como Norbert Bilbeny de la UB, o Arash Arjomandi del Foro Eugenio Trías, con teólogos como González Faus o Fraijó, y cosmólogos como el dr. Carlos Rodríguez Jiménez y Rafael Bachiller, uno se siente como «pez en el agua», como si se estuviera escribiendo, «servata distantia», un diálogo platónico sobre las cosas más interesantes del intelecto y la realidad.

Esa es la sensación que tengo en estos días al discutir sobre un texto que estuve escribiendo durante siete años, obra un tanto herética para mi profesión, «buscando a Dios en el universo». Y por ello, sépanlo todos Vds., lectores muy dilectos, les invito el lunes 12 de noviembre, mañana mismo, al Ateneo de Madrid (C/Prado, 21), donde tendremos ocasión, a partir de las 7 de la tarde, de hablar largo y tendido sobre la fuerza del misterio, que no es poca cosa, según me dicen.