Medio Ambiente
Redescubren el desmán ibérico en el Sistema Central
Este animal acuático, que se creía extinto desde 2008, ha encontrado características favorables para su supervivencia en el hábitat fluvial y de ribera, según diversas actuaciones dentro del proyecto Life+Desmania a cargo de la Fundación Biodiversidad
Este animal acuático, que se creía extinto desde 2008, ha encontrado características favorables para su supervivencia en el hábitat fluvial y de ribera, según diversas actuaciones dentro del proyecto Life+Desmania a cargo de la Fundación Biodiversidad
España cuenta actualmente con 150 especies animales en peligro de extinción, por lo que es fundamental actuar para conseguir su superviviencia. Cerca de 1.000 tramos y 5.000 kilómetros de ríos se han explorado y analizado para localizar la presencia de una de estas especies amenazadas, el desmán ibérico. Un pequeño mamífero acuático, también conocido como «topo de agua» o «rata trompetera», que sólo se encuentra cerca de ríos, torrentes y lagos en zonas montañosas, y que, según los últimos estudios, se halla en una profunda regresión. Vive alrededor de 3,5 años siempre en parejas, nutriéndose de larvas acuáticas sensibles a la polución y de crustáceos, y su cola mide entre 12 y 16 cm, igualando su longitud, que varía entre los 11 y los 16 cm.
Su redescubrimiento supone una gran noticia para la conservación del desmán ibérico, ya que se creía extinto desde que en 2008 se realizasen los últimos estudios. Las últimas citas del animal en la cabecera del río Tormes (Ávila) datan de hace casi dos décadas, tiempo en el que ha permanecido recluido a los hábitats fluviales mejor conservados del Parque Regional de Gredos. Ahora diversas actuaciones, enmarcadas dentro del proyecto Life+Desmania, coordinado por la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, han encontrado características favorables para la presencia de la especie tras el análisis detallado del hábitat fluvial y de ribera en 250 tramos en el Sistema Central de Castilla y León.
Por su comportamiento nocturno y huidizo resulta complicado observar ejemplares de desmán en su medio natural. La metodología de muestreo es algo peculiar ya que se basa en encontrar sus excrementos entre las rocas del río. Pero según las densidades observadas por diversos técnicos y agentes medioambientales, podría albergar varios centenares de ejemplares –800 muestras a analizar–, toda una esperanza para la recuperación de la especie.
El desmán ibérico es un topo adaptado a la vida acuática, por lo que depende por completo de la presencia de agua corriente de poca profundidad, pero de carácter permanente y oxigenada. Su adaptación a la vida natatoria, sin embargo, le ha restado capacidad para cavar, por lo que necesita unas orillas estables y heterogéneas con una vegetación estructurada para evitar el aporte de finos al río (derivado de la depuración de aguas) y facilitar el hallazgo de refugio.
Esta especie es muy sensible a la pérdida de calidad de los ríos y a la disminución de su caudal, porque es un biomarcador que muestra el estado de nuestros ríos, por lo que es imprescindible controlar la calidad y la cantidad de las aguas.
actuaciones en el entorno
Este topo no puede criarse en cautividad ni trasladarse de unas zonas a otras con éxito. La idea de la traslocación de ejemplares juveniles de unas zonas con mayor presencia de la especie hacia otras con menor también se ha descartado. Por ello, se prefiere centrar las actividades en la mejora del entorno del desmán, actuando sobre los bosques y arbustos de ribera. En cuanto al hábitat acuático, las infraestructuras de los ríos, como las presas o los puertos naturales, afectan particularmente al desmán al suponer un impedimento físico para el libre desplazamiento de estos topos por los ríos. Por ello, todas las estructuras que no estén autorizadas se eliminarán, al igual que se pretende disminuir las dotaciones de aguas en los cauces o la estación de los depósitos sedimentarios. Actuaciones que no se deben rehusar puesto que el desmán ibérico se puede dar por extinguido en muchas cuencas y, en aquellas donde todavía está presente, existen datos de su retroceso poblacional tanto a nivel de densidad de población, como de ocupación de cauces y hábitats.
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