Comunidad de Madrid

Rivas ahorra 500.00 euros comprando la luz sin intermediarios

Es el primer municipio de Madrid que da la espalda a la tarifa regulada como parte de su estrategia de eficiencia. Ahora estudian organizar compras colectivas para que los vecinos también ahorren

Las farolas del municipio son LED y cuentan con un sistema domótico que permite bajar la luz al mínimo en las calles no transitadas
Las farolas del municipio son LED y cuentan con un sistema domótico que permite bajar la luz al mínimo en las calles no transitadaslarazon

Es el primer municipio de Madrid que da la espalda a la tarifa regulada como parte de su estrategia de eficiencia. Ahora estudian organizar compras colectivas para que los vecinos también ahorren

El Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid comenzó en 2004 un amplio programa de eficiencia energética para ahorrar en una de las partidas más importantes del capítulo de gasto ordinario: la factura de la luz. La estrategia pretende convertir Rivas en una ciudad inteligente. Este último mes han dado un nuevo paso, que sus técnicos consideran el más lógico después de los ya dados en políticas de eficiencia: independizarse de las comercializadoras y comprar la energía directamente a quien la produce en el mercado mayorista, sin intermediarios. De esta forma, Rivas Vaciamadrid se ha convertido en el tercer ayuntamiento de España, y el primero de la Comunidad de Madrid, en recurrir directamente al mercado libre (y abandonar el regulado), tras Avilés (Asturias) o Canfranc (Huesca). «El consistorio de Torrejón de Ardoz tiene ya licencia administrativa pero todavía no ha empezado a operar. Otros municipios como Madrid o Zaragoza han mostrado interés en este tipo de solución para ahorrar costes energéticos», explica Carlos Ventura, jefe de Telecomunicaciones del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.

Y es que según los estudios preliminares con esta nueva medida se van a conseguir ahorros de hasta el 20% en la factura de la luz. Eso significa entre 400.000 y 500.000 euros totales en un gasto que alcanza los 2.200.000 euros anuales.

El trabajo, como se decía, comenzó en 2004 con la domotización de los principales edificios propiedad del consistorio. Actualmente se pueden telegestionar 80 propiedades, es decir, se puede apagar o encender la luz y la calefacción de cualquier sala de estos edificios de forma automática y tras verificar que hay presencia humana. En el año 2013 dieron un gran impulso al ahorro eléctrico con la sustitución de todo el alumbrado de calles por luces LED. «Hasta ahora se han cambiado 7.300 luminarias, es decir, el 80% de las existentes en la ciudad. En 2018 se alcanzará el 100%, es decir, las 10.100 bombillas serán LED. Esto supone un ahorro de más de un millón de euros de gasto», matiza Ventura.

Gracias a la domotización, que ha permitido conocer de forma exhaustiva el gasto de luz de cada edificio en tiempo real, ahora es más fácil calcular la energía que ha de comprarse cada día mediante subasta. Una vez a la semana, los lunes, se efectúa la compra y se realiza el pago según la previsión de demanda (hecha gracias a este histórico de cinco años de datos) y diariamente a media mañana se ajusta la necesidad de luz a la compra en el caso de que se haya producido alguna variación (un uso no planificado de una sala por ejemplo). De esta manera se evita, por un lado, las penalizaciones del mercado libre que multa a quien compra energía de más y, por otro, las compras de última hora (que son más caras) si la previsión se ha quedado corta. Este proceso se realiza a través de una empresa de Rivas, formada de manera íntegra por mujeres. Son ellas quienes se encargan de la compra, del asesoramiento y de la facturación al Ayuntamiento. «Cuanto más se ajuste la previsión, más se optimiza el ahorro. En este mes que hemos operado los desvíos han sido mínimos», continúa Ventura.

De momento, la ciudad ha dado de alta tres grandes suministros que proveen al edificio del Ayuntamiento (servicios administrativos), a la escuela infantil municipal Rayuela, la Casa Oikos, el polideportivo Cerro del Telégrafo, el auditorio Pilar Bardem, el recinto multifuncional, el edificio de Alcaldía y el polideportivo Parque del Sureste. La idea es ir poco a poco, y durante este año, añadiendo, uno tras otro, los 280 puntos del Ayuntamiento sumando el alumbrado y los semáforos. «Hasta ahora, en el mercado regulado, no teníamos la factura detallada. Este nuevo sistema es más eficiente porque se controlan con precisión y de forma exhaustiva todos los consumos en cada punto de luz. Así somos más conscientes del gasto y podemos ajustar cualquier desfase que detectemos en la potencia contratada, con el consiguiente ahorro económico. El total de reducción es del 20% teniendo ya en cuenta los gastos de la empresa que nos asesora y las posibles penalizaciones del mercado», explica Sira Rego, concejala de Hacienda. El erario público se quita también los costes operativos y el margen de beneficio de las comercializadoras.

Compra colectiva para vecinos

El Ayuntamiento sigue sumando acciones para reducir el gasto de electricidad. Una de ellas es la gestión inteligente del alumbrado, de forma que acoplando unos equipos se pueda apagar o dejar al mínimo la intensidad de luz de las farolas en las calles no transitadas y al mismo tiempo controlar el riego para ajustar el consumo de agua a las necesidades de las plantas. Durante 2018 se van a instalar 1.300 puntos de telegestión por todo el municipio (el gasto de agua también supera los dos millones de euros). «Contamos también con 45 instalaciones fotovoltaicas que vuelcan a la red y que suponen una fuente de ingreso para el Ayuntamiento. Estamos valorando cambiarlas del mercado regulado al libre, de forma que podamos comprarnos nuestra propia energía renovable», matiza Ventura. El dinero que se ahorre se destinará a inversión social, según explica la concejala de Hacienda. «Estamos también en una fase embrionaria y valorando si convertirnos en comercializadora, de forma que hagamos partícipes a los ciudadanos del ahorro lanzando compras colectivas de luz», explica Rego.

Experiencias de compra colectiva de luz hay muchas a nivel industrial y de asociaciones o grupos de compra, que se unen para negociar las tarifas de luz, gas o ambos, son una posibilidad de ahorro para particulares, además de una apuesta por la energía de origen renovable. Y es que según un estudio publicado por el comparador de seguros de hogar Acierto, con motivo del Día Mundial de la Energía que se ha celebrado el 14 de febrero, «el frío dispara el gasto energético de los hogares hasta un 14%».

Es la forma más recomendable de salir al mercado libre para ahorrar. «Cualquier persona también puede buscar alguna comercializadora que opere fuera del mercado regulado, pero a final de año el gasto es más o menos el mismo. La única diferencia es que en el mercado regulado te arriesgas a que cuando más necesitas la electricidad (como en invierno) más cara te salga», explica Laura Cardenal, portavoz de la Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética (Anae).

La asociación, y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) son las dos plataformas principales que sacan este tipo de compras a gran escala. Anae está inmersa en su segundo proceso de compra y «en el primero se consiguió un precio de kWh un 10% menor; el ahorro en las facturas fue de hasta 180 euros para luz y gas», matiza Cardenal. Cuando se sabe el número de suscriptores de la compra se acude a las comercializadoras del mercado libre y se les pide que hagan una oferta de precio por kWh. La más beneficiosa para los suscriptores es la que se acepta. «El resultado de todas las compras nos ha demostrado que los precios obtenidos han mejorado el precio pagado por los hogares con Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC o tarifa regulada)», explican fuentes de OCU. La organización realiza una compra colectiva al año. Ahora tienen activa la II campaña para la adquisición de kits fotovoltaicos con descuentos de hasta el 25%. «Cualquier persona que quiera ahorrar en su factura de la luz con una pequeña instalación de tan sólo un panel fotovoltaico pueda ya suponer un ahorro del 10% sobre el consumo de electricidad de la red. Ahora bien, la amortización es otra cosa, ya que la parte más cara de este tipo de instalación es la administrativa. El coste de legalización es prácticamente el mismo para una instalación pequeña que una grande (unos 800 euros), por lo que cuanto mayor sea el consumo de una familia, y por tanto más grande la instalación, menor será el tiempo de amortización», explican desde OCU.