Medio Ambiente

Valdemaqueda se convierte en sumidero de CO2

Gracias a la iniciativa de repoblación de Endesa, las 1.500 hectáreas que fueron pasto de las llamas en la localidad madrileña hace cinco años se han convertido en el primer depósito natural de absorción de carbono impulsado por una compañía eléctrica

Valdemaqueda se convierte en sumidero de CO2
Valdemaqueda se convierte en sumidero de CO2larazon

Gracias a la iniciativa de repoblación de Endesa, las 1.500 hectáreas que fueron pasto de las llamas en la localidad madrileña hace cinco años se han convertido en el primer depósito natural de absorción de carbono impulsado por una compañía eléctrica

Hasta seis focos diferentes cercanos a la M-537 originaron en 2012 el que se ha convertido en el peor incendio forestal de la comunidad de Madrid que se recuerda. Se necesitaron más de 60 efectivos para acabar con ese fuego provocado que hacía desaparecer, aquel mes agosto, 2.000 hectáreas entre las poblaciones de Robledo de Chavela y Valdemaqueda. En tan sólo cuatro horas 300.000 árboles fueron pasto de las llamas y dejaron sin protección ni alimento a los corzos, ciervos y muflones de la finca Atalaya de Valdemaqueda.

Ha pasado sólo un lustro y esa misma zona se ha convertido en sumidero de carbono, es decir, en depósito natural de absorción del CO2 de la atmósfera. Y eso se debe al proyecto de reforestación emprendido por Endesa, que ha plantado desde entonces 5.000 árboles en esa zona consiguiendo que el Bosque Endesa –nombre que se ha dado al proyecto– haya sido inscrito en el registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de carbono de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) perteneciente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapama), en el apartado de sumideros.

Se calcula que en 30 años se absorberán 474 toneladas de CO2 (en este breve tiempo ya se han absorbido 86 toneladas). «Tras el registro, Endesa recibe por adelantado un 20% de los créditos totales de carbono estimados para la vida útil del proyecto, de los cuales se retira un 10% que van destinados a la denominada “Bolsa de garantía” (bolsa conjunta a la que todos los proyectos registrados aportan el mencionado 10% de créditos recibidos como salvaguarda de los bosques para cubrir aquellos de los proyectos incluidos frente a futuros desastres naturales imprevistos que pudieran suceder)».

De esta forma se convierte en el primer proyecto de sumidero registrado por una empresa eléctrica. Además, la superficie repoblada se encuentra incluida en los espacios protegidos de la Red Natura 2000, dentro de la ZEPA «Encinares de los ríos Alberche y Cofio», y el LIC «Cuencas de los ríos Alberche y Cofio». «Todas las masas forestales generan múltiples servicios ambientales, como la protección del suelo ante erosión, regulación del ciclo hidrológico de los ríos, la mejora del paisaje o el cobijo de las especies de fauna y flora. Hay que tener en cuenta que esta zona es de especial interés porque se trata de una zona expuesta con un grado medio alto a la desertización», explican desde la eléctrica.

La zona se ha repoblado con especies rebrotadoras, es decir, ejemplares capaces de resistir la acción del fuego y volver a brotar de sus cenizas. Algo fundamental en un contexto de cambio climático. Los árboles plantados son especies autóctonas, su variedad redunda en una mayor biodiversidad respecto a la situación previa al incendio, cuando en la zona la mayoría de los ejemplares eran pinos resineros. De esta forma, el proyecto Bosque Endesa cuenta, por una parte, con 4.000 pies de encina (Quercus ilex), pino piñonero (Pinus pinea), rebollo (Quercus pyrenaica), fresno (Fraxinus spp), sauce (Salix spp) y madroño (Arbutus unedo), con las que se repobló en 2015 mediante plantación y siembra con una densidad variable de unos 250 pies. Hasta que las plantas crezcan lo suficiente se han instalado jaulones protectores de malla para compatibilizar la restauración con la presencia de ganado silvestre presente en la zona.

Pero es que, además, durante todo el proceso, también para la tarea de limpiar la zona tras el incendio, se ha empleado principalmente a trabajadores del entorno rural cercano, dando prioridad a desempleados, jóvenes, mujeres, mayores de 45 años o bien personas con riesgo de exclusión social en el entorno.

Twenergy-Endesa

Otra parcela de la finca la Atalaya se ha comenzado a repoblar recientemente con una añadido particular, ya que los árboles plantados van a compensar las 25 toneladas de CO2 generadas por la moto de Alicia Sornosa, periodista, aventurera y corresponsal de Twenergy, durante su largo viaje solidario desde España hasta Nepal. El viaje, que tuvo lugar en 2016, ha servido para acercar al mundo la situación en la que se encuentra esta región del planeta tras el terremoto de 2015 y, al mismo tiempo, recaudar fondos para dos ONG españolas que trabajan en la zona. El reto consistía en recaudar 3.000 euros a través de «crowdfunding» de manera que Endesa doblara la cantidad. Estos 6.000 euros que se obtuvieron han ido destinados a la organización Petit Mon y Amics del Nepal.