Belleza
Seis preguntas y respuestas sobre la depilación láser
Hartas de someterse al ritual de eliminar pelos y sufrir la foliculitis consiguiente, muchas mujeres eligen el método de depilación que promete ser permanente. ¿Pero sabes si te conviene la depilación láser? Te contamos lo que hay que saber acerca de este sistema.
Muchas mujeres eligen el método de depilación que promete ser permanente. ¿Pero sabes si te conviene la depilación láser? Te contamos lo que hay que saber acerca de este sistema.
¿CÓMO CONSIGUE EL LÁSER ELIMINAR EL PELO?
El calor y la luz son los dos elementos característicos de este método. “El láser Alejandrita, uno de los más usados, funciona con un haz de luz que penetra en el bulbo piloso, es absorbido por la melanina, que se transforma en calor y destruye el bulbo para inhibir el crecimiento del pelo”, explica Natalia Prego, médico de familia y experta en este método, que se indica sobre todo en pieles blancas, con pelo grueso y negro. Según el fototipo de piel y el vello, variará el tipo de aparato empleado y la longitud de la onda.
¿ES LO MISMO QUE LA FOTODEPILACIÓN O LUZ PULSADA?
Suenan parecido, pero son tratamientos distintos. Haciendo un símil, se puede decir que mientras que la depilación láser dispara una sola vez en el bulbo piloso para hacer diana, la fotodepilación lo bombardea. Prego expone que “la luz pulsada usa varios haces de luz que tienen menos intensidad. Los resultados se manifiestan muchas veces en vello debilitado, pero no eliminado. Y si el pelo es débil, luego es muy difícil quitarlo con láser, ya que el canal de la piel por el que entra la luz y llega hasta el bulbo es más estrecho que el de un vello fuerte y, por lo tanto, la cantidad de luz que entra en él también es reducida”.
¿ME VA A DOLER?
Resulta complejo medir el dolor, ya que cada persona lo experimenta con una intensidad y expresión distintas. Lo que está claro es que pocas coinciden en que un tirón de cera son unas agradables cosquillas y la maquinilla eléctrica un aparato al que recurrir por afán. Y parece que el láser constata que en la empresa de exterminar pelos, la norma es sufrir para presumir. La especialista Natalia Prego explica que la sensación puede ser de quemazón o semejante a la depilación eléctrica, aunque “depende del láser que se use y del tipo de vello: cuantos más folículos se tengan y más grueso sea el pelo, mayor será el dolor”. Por su parte, la también doctora Irene Cruz destaca “que se puede usar una dosis adecuada de crema anestésica en base al peso de la paciente para atenuar las molestias”.
¿ES REALMENTE DEFINITIVA?
La depilación láser te promete bondades como estas: olvidarte de ritos tan torturadores como los tirones de cera caliente, evitar las descamaciones y pelos enquistados que producen los métodos tradicionales y, en conclusión, ahorrar tiempo y dinero y lucir sin miedo a que asome el vello. ¿Pero el tratamiento asegura que no aparecerá nunca jamás? “Siempre hay una posibilidad de crecimiento de nuevo pelo, aunque mínima, pero fisiológicamente el cuerpo siempre tratará de restituir aquello que falta”, dice la doctora Prego. Por otro lado, Irene Cruz detalla que la cantidad de sesiones tanto durante como pasados unos años del tratamiento dependerá de la edad de la paciente, la zona y el tipo de pelo”, y concreta que en la zona facial “se necesitará mantenimiento sí o sí, porque es la parte del cuerpo en la que más se notan los cambios hormonales”.
¿TENDRÁ EFECTOS EN MI PIEL?
“Sobre todo si hay exposición solar, en los fototipos de piel más altos –pieles morenas– se pueden dar ampollas, costras, hiperpigmentación o inflamación”, precisa Pilar Montaña, especialista en medicina estética de la Clínica Rocío Vázquez (Sevilla). También remarca que existen “fármacos fotosensibles que pueden acentuar esos efectos secundarios sin que haya interacción con el sol” y alude a que en caso de que se sufran enfermedades de la piel, como el herpes, “está totalmente contraindicada”. Además, alerta de que en la zona facial, a veces se produce el llamado efecto paradójico: “El láser calienta a un nivel que puede activar pelo que no haya nacido en la zona. Durante el tratamiento se controla mucho, pero puede surgir ese efecto rebote y aparece vello que, de todas formas, se podría suprimir después”.
¿CUÁNDO HAY QUE EMPEZAR?
“El mejor momento es en otoño o invierno, cuando han pasado más de dos meses de la última exposición solar y aún queda tiempo para la temporada de verano, aunque en zonas donde no toca el sol se puede hacer a lo largo del año”, señala la doctora Irene Cruz, del Instituto Médico Láser, IML (Madrid). En cuanto a la edad idónea para empezar a deshacerse del vello a golpe de láser, Cruz sostiene “que se puede empezar el tratamiento con 18 años, pero que las pacientes que lo hacen antes de los 20 años, dados los cambios hormonales, seguramente tendrán que someterse a sesiones de mantenimiento más adelante”.
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