Conciliación

¿Duermes mal? Puedes estar boicoteando tu sueño tú mismo

Cada año aumenta el número de personas que duermen mal y todos sabemos lo que la falta de sueño provoca en nuestro cuerpo (cansancio, dolores musculares, etc.), y en nuestra mente (estamos más irritables, más estresados...).

¿Duermes mal? Puedes estar boicoteando tu sueño tú mismo
¿Duermes mal? Puedes estar boicoteando tu sueño tú mismolarazon

¿Qué hacer para dormir mejor? Seguramente también habremos escuchado un montón de consejos que aplicar; no cenar mucho antes de ir a dormir, apagar el teléfono para evitar distracciones, limitar la cafeína y, sobre todo, dejar los problemas en la puerta del dormitorio. La teoría nos la sabemos muy bien, pero la práctica es otra historia, sobre todo porque inconscientemente, es posible que nosotros mismos estemos boicoteando nuestro sueño con la forma de gestionar nuestro tiempo, emociones y nuestros propios límites.

1. Cuando una jornada laboral no es suficiente: lo sabemos, o lo sé muy bien, en determinados picos de trabajo es imposible gestionar bien nuestro tiempo y con 8 horas de jornada laboral no es suficiente, así que acabamos con el ordenador hasta altas horas de la madrugada. Consecuentemente, cuando vamos a dormir nuestra mente está agotada pero activa, de ahí que conciliar el sueño sea mucho más difícil porque no logramos desconectar.

Prueba esto: establece tus prioridades diarias. Lo ideal es hacerlo desde la mañana o incluso de forma semanal, porque así lograrás gestionar tu tiempo cuando comiencen los bombardeos en el trabajo, porque sabrás redirigirlo hacia otro momento en el que estés más relajado o cuando tengas un hueco.

2. Dejamos de lado lo que nos preocupa, el famoso “ya lo haré”: si no nos tomamos en serio los problemas o tareas que nos preocupan o nos molestan, nunca nos los quitaremos de encima. Y por supuesto nos los llevaremos también a la cama. Hay que tomar unos minutos al día para resolver aquellos conflictos difíciles que más nos inquietan, sobre todo porque además de conducirnos directamente al insomnio, también lo harán a problemas de estrés o ansiedad.

Prueba esto: comprométete a 10 minutos de reflexión por día. Destina un tiempo de cada día a reflexionar sobre lo que necesitas quitarte de encima porque verdaderamente te está afectando más de lo normal. Escribe tus preocupaciones en un listado con orden de importancia y ve, una a una, tachándolas de la lista al solucionarlas. La sensación de alivio te permitirá dormir como un lirón.

3. Creemos que podemos dormir menos de lo que necesitamos: es necesario dormir 8 horas. Muchos de nosotros –incluida yo misma-, pensamos que con 5 ó 6 horas es suficiente, pero nuestro cuerpo, y sobre todo nuestra mente, necesita descansar y desconectar, y los estudios dicen que son 8 horas de sueño de calidad lo que necesitamos para lograrlo. Es curioso porque muchas veces estamos cansados ni siquiera sin notarlo.

Prueba esto: dedica un sábado o un domingo (porque durante la semana será mucho más complicado) a dormir 8 horas. Tómatelo como un experimento y poco a poco irás comprobando que tu cuerpo pide más y necesita esas 8 horas de sueño. Tu cerebro te lo agradecerá.