Cataluña

En verano, cuidado con las picaduras de insectos

Mosquitos, tábanos, avispas, medusas, escorpiones de mar... El buen tiempo propicia actividades al aire libre pero, al mismo tiempo, el riesgo de sufrir picaduras de insectos. Diferenciarlas es clave.

En verano, cuidado con las picaduras de insectos
En verano, cuidado con las picaduras de insectoslarazon

Mosquitos, tábanos, avispas, medusas, escorpiones de mar... El buen tiempo propicia actividades al aire libre y el riesgo de sufrir picaduras de insectos.

El calor favorece la proliferación de numerosos insectos, arácnidos y otros animales que pueden hacernos pasar un mal rato. En la mayoría de los casos, sólo se produce una reacción local que puede tratarse de manera doméstica retirando el aguijón, la púa o los tentáculos, lavando el área afectada para desinfectarla y sumergirla en agua caliente para aliviar el escozor.

En otras ocasiones, puede ser necesaria la aplicación de lociones o cremas para reducir el picor e hinchazón. Cuando sea necesario, aplicar un antihistamínico o corticoide, conviene consultar en un centro de socorro, de salud o al farmacéutico.

Por último, hay que recordar que es conveniente acudir al especialista en el caso de que el dolor sea persistente, generalizado o muy molesto, siempre que haya infección y, sobre todo, si se presenta dolor torácico, hinchazón de cara, labios o lengua (o boca), dificultad para deglutir o respirar o pérdida del conocimiento. También si la picadura ha sido múltiple porque aumentará la cantidad de tóxico que habrá recibido nuestro organismo. He aquí un listado de las picaduras más frecuentes:

Mosquitos y tábanos

Son los más abundantes en playas, montaña, zonas con aguas pantanosas, granjas, etc. Por ello, es aconsejable el aprovisionamiento de un buen repelente antes de acudir a estos lugares. En las ciudades, las picaduras más frecuentes son las de los mosquitos, especialmente durante la noche. Existen en el mercado aparatos y lociones muy eficaces. Además, en zonas donde quepa la posibilidad de transmitir enfermedades como la malaria, es imprescindible llevar el cuerpo cubierto con prendas que transpiren pero que protejan de la picadura. La mordedura del tábano también se puede evitar utilizando prendas que cubran todo el cuerpo y evitando lociones olorosas que puedan atraerlos.

Abejas y avispas

La picadura de abeja y avispa suele caracterizarse por una inflamación acompañada de un dolor intenso. Cuando se ha producido, se tiene que intentar extraer el aguijón con cuidado para no expandir el veneno y desinfectar la zona. Después, puede utilizarse un lápiz de amoniaco o una crema antiinflamatoria, de venta en farmacias, para reducir la hinchazón. Si el dolor es muy fuerte y no existen contraindicaciones, se puede ingerir un analgésico para combatirlo. Las personas con hipersensibilidad y, sobre todo, las alérgicas, deben incluir en su botiquín medicamentos especialmente indicados para evitar el shock anafiláctico si sufrieran una picadura.

Medusa

Es una de las más temidas en la mayoría de las playas. Al entrar en contacto con la piel, la medusa produce una reacción cutánea que causa enrojecimiento, picor y dolor persistente. Ante su picadura, es imprescindible no tocarla con las manos desnudas ni frotar la zona afectada. Hay que lavarla con abundante agua salada (no dulce porque facilita la expansión del veneno) y retirar los tentáculos adheridos a la piel con una pinza o guantes. Por último, se debe aplicar frío durante unos minutos y, más tarde, compresas empapadas en vinagre, bicarbonato o amoníaco.

Erizo y escorpión de mar

El erizo no pica, sino pincha, aclara el Colegio de Farmacéuticos de Cataluña. Las púas de este pequeño mamífero son de naturaleza calcárea y deben retirarse lo antes posible así como desinfectar la herida y aplicar un antiséptico. Al igual que el erizo, el escorpión de mar también puede clavar sus púas en el pie, en especial, en la planta ya que suele encontrarse enterrado en la arena. En primer lugar, es necesario eliminar la púa y después lavar la zona afectada para desinfectarla. En caso de haber múltiples púas, se recomienda sumergir la zona afectada en agua caliente durante media hora y, para acabar de extraer el resto, utilizar unas pinzas o guantes.

Pulgas

Las pulgas crean erupciones, picor y rojeces en la piel. Se puede distinguir la picadura de una pulga porque deja unas lesiones que dibujan un camino. Se trata desinfectando la zona y aplicando un antihistamínico si es necesario.

Arañas

Producen lesiones cutáneas que deben desinfectarse rápidamente. Para aliviar el picor, se puede optar por una crema antipruriginosa. En zonas donde puedan existir especies venenosas, hay que acudir al médico.

Serpientes

Cuando se ven amenazadas, las serpientes suelen atacar y morder. La medida de actuación que se adopte dependerá de la especie que haya causado la mordedura. En primer lugar, no hay que perder la serenidad. La mayoría de las serpientes que habitan cerca del agua son inofensivas. En cualquier caso, es importante acudir a un centro médico para que proporcione el tratamiento adecuado. Si se sabe con certeza que es una especie venenosa, no se debe succionar ni tratar la zona y sí hay que llamar a emergencias para que proporcionen la ayuda necesaria. La picadura de ciertas especies puede ser mortal.