Hábitos saludables: 6 factores que determinan cuánto vivirás

La revista Time se hace eco de un estudio donde se habla sobre cómo nuestros buenos o malos hábitos de vida son responsables de una amplia gama de enfermedades evitables como el cáncer o diferentes enfermedades del corazón. Ahora, además, diversos investigadores australianos añaden más argumentos sobre los factores de riesgo en una muerte temprana, como sentarse durante largos períodos de tiempo, y piden que sean incluidos en la estimación de riesgo de mortalidad de una persona.

Tirando de seis factores de riesgo juntos bajo un mismo índice, los investigadores sostienen que dichos factores nos proporcionan información clínicamente relevante sobre la salud de una persona, y qué combinación de esos seis factores puede ser preocupante. En el nuevo estudio publicado en la revista PLoS Medicine, los investigadores observaron un grupo de 231,048 adultos australianos de 45 años en adelante que fueron sometidos al estudio durante seis años. En el sumatorio, encontraron que las personas que tenían puntuaciones más altas en estas medidas combinadas tenían un mayor riesgo de muerte.

Los investigadores utilizaron la medición "personas-año perdido", que es el número de años perdidos si una persona moría antes de terminar el estudio. Con base en sus hallazgos, calcularon que si ninguno de los hombres y las mujeres hubiese tenido ninguno de los factores de riesgo, se habrían evitado un tercio de las personas-años perdidos por muerte.

Curiosamente, la duración del sueño (gente que duerme poco) tenía menos efecto del que siempre se ha pensado sobre el riesgo de mortalidad que dormir durante mucho tiempo. Los autores del estudio señalan que es posible que la duración del largo sueño indique enfermedad subyacente, fatiga o depresión. El hecho de convertirse en una persona sedentaria y estar sin actividad física durante un tiempo tuvo un pequeño efecto sobre la mortalidad por cualquier causa, pero los investigadores encontraron que la combinación de largos períodos sentado y la falta de ejercicio tiene un efecto más importante. "Esto podría indicar que la prolongada sesión tiende a ser particularmente perjudicial entre los que están físicamente inactivos", escriben los autores.

"Para mí, tanto la conducta sedentaria como el hecho de dormir bien son factores muy importantes", dice el autor del estudio Ding Ding, un investigador de la Universidad de Sydney. "Ambos están estrechamente vinculados a nuestro estilo de vida en general”.

La buena noticia es que mediante la comprensión de cómo estos diferentes comportamientos impactan nuestra capacidad de tener una larga vida, podemos hacer modificaciones para una mejor salud.