Consumo
Los peligros de tomar demasiada sal
El aumento de la ingesta de sal puede causar daño renal, de corazón y hasta cerebral, pero ¿sabías que además el exceso de sal también puede ser perjudicial para el hígado?
En realidad, no afecta directamente al hígado, pero puede causar algunos de los problemas que, más adelante, pueden dañarlo, como la alta presión o la retención de líquidos. Por eso es importante saber cuándo se come demasiada sal para evitar los siguientes problemas de salud.
Retención de líquidos
Las causas de la retención de líquidos: La retención de líquidos puede ser causada por un alto incremento de sal en nuestro cuerpo. Las razones de este problema ocurren en la mayoría de los casos por una mala dieta que implica un gran consumo de sal. Al igual que con todos los demás alimentos, asegúrate de gestionar la cantidad de sal que consumes durante el día. Comprueba que no solo tomas sal tomando sal, ya que muchos otros productos también la contienen.
Los síntomas de la retención de líquidos: Uno de los síntomas de retención de líquidos causada por un aumento de sal en nuestro cuerpo puede ser la hinchazón de los pies, manos y codos. También se puede notar que debido a que nuestro cuerpo está hinchado, la ropa nos queda más ajustada que con el tiempo se transforma en un aumento de peso.
Aumento de la presión arterial
Las causas de la hipertensión arterial: Si consumimos más sal de lo normal de forma diaria, nuestro cuerpo tenderá a retener agua. Esta agua adicional en nuestro cuerpo va a aumentar su presión arterial que a su vez puede afectar a nuestro hígado. Pero no solo nuestro hígado se verá dañado con el tiempo, sino que también pueden aumentar los problemas del corazón, problemas renales y problemas cerebrales. Una vez más, si quieres mantener el hígado y otros órganos sanos, asegúrate de gestionar correctamente la cantidad de sal que consumes diariamente.
Los síntomas de la presión arterial alta: Si la presión arterial aumenta de forma anormal, es posible estar experimentando dolores de cabeza más a menudo. Además, con el tiempo, puede ser que también aumente el sangrado por la nariz, algo habitual si tenemos la presión alta. Si esto sucediera, hay que consultar siempre con un médico.
Como se puede ver, existen dos problemas principales que pueden ser causados por la sal, y ambos indirectamente hacen daño a nuestro hígado. Lo recomendado es que la ingesta media de sal a nuestro cuerpo es 1,500 mg hasta 2300 mg por día. Alrededor de 140 mg de sal por porción es la ingesta óptima y para aquellos que ya tienen problemas hepáticos, su mejor apuesta es tratar de una dieta baja en sodio, según publica Adonia Dennis en la edición digital del huffingtonpost.com.
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