Salud

Qué debes saber antes de operarte

Los nervios que provoca cruzar la puerta del quirófano son incontrolables. Según los expertos, la forma de tenerlos a raya es eliminar la incertidumbre, así que antes de someterte a una operación asegúrate de que tienes claro todo el proceso.

Qué debes saber antes de operarte
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Los nervios que provoca cruzar la puerta del quirófano son incontrolables. Según los expertos, la forma de tenerlos a raya es eliminar la incertidumbre.

Cruzar la puerta del hospital es una experiencia traumática para muchas personas. Sólo su olor característico provoca náuseas y ansiedad. Y cuando la que se cruza es la puerta del quirófano, ese miedo se generaliza. La incertidumbre sobre el resultado del procedimiento, la idea de imaginarse solo en una sala con perfectos desconocidos o el miedo a sentir dolor durante la operación son algunas de las razones que justifica que se dispare el sistema nervioso del paciente antes de someterse a una cirugía.

El médico juega un papel determinante en estas situaciones. Antes de realizar la operación debe haberse ganado la confianza del paciente, haber aclarado todas sus dudas. Los pacientes bien informados están más contentos con los resultados y afrontan al operación con mayor entereza.

Comunicación fluida médico-paciente

La asociación Defensor del Paciente denuncia que aún hoy muchos facultativos se muestran reticentes a responder a las dudas de sus pacientes. No siempre acogen bien las preguntas y eso amedrenta a los pacientes. "Más que sesgada, la información es mala", critica la presidenta de la asociación, Carmen Flores. Por eso, recomienda a quienes vayan a someterse a una operación que se informe bien del procedimiento.

Lo aconsejable es que el día en que el paciente acudan a la consulta del médico en busca de respuestas lo haga con un listado de preguntas por escrito para que no quede nada en el tintero y acompañado de un familiar o amigo que pueda preguntar por él y asimilar la información en caso de que los nervios jueguen una mala pasada.

Diagnóstico claro

Afortunadamente, la mayoría de operaciones que se realizan no son de urgencia, sino electivas. Es decir, están programadas. Eso significa que la decisión no corresponde únicamente al médico, sino que el paciente dispone del tiempo necesario para recabar toda la información necesaria para decidir si se opera. Al fin y al cabo, él será el beneficiado. O perjudicado. Por eso, el primer paso es tener claro el diagnóstico y saber por qué se propone la cirugía como método de cura y no se opta por otras alternativas y en qué consistirá exactamente la operación.

Leer el consentimiento informado

La presidente de Defensor del Paciente, Carmen Flores, hace hincapié en este punto. "Nadie entra en un quirófano pensando que la operación no resultará", reconoce, pero después de años de litigios por negligencias prefiere que quede constancia de todo por escrito.

Flores aconseja leer cada línea del consentimiento informado, firmar siempre en la última página del documento, sin dejar ningún renglón en blanco entre el texto y la firma, y comprobar que en dicho documento consta el nombre del equipo médico que realizará la operación. "Hay demasiada información escondida y eso no es bueno para nadie", lamenta Flores.

Qué riesgos hay

Toda operación tiene riesgos, pero "nunca deben ser superiores a los que se pretenden subsanar con la intervención", destaca Flores. Antes de someterse a la cirugía, el paciente debería tener claro qué porcentaje de riesgo existe.

Solicitar el historial clínico completo

La Ley reconoce el derecho del paciente a solicitar un informe médico completo de todo el proceso hospitalario en el que se detallen la evolución del paciente.

¿Y si no quiero saber?

Flores defiende con la misma vehemencia los derechos de quien quiere saber que de quien prefiere permanecer en la más completa ignorancia. No es extraño para el personal médico toparse con pacientes que prefieren no afrontar su enfermedad. En el caso de los pacientes de paliativos el porcentaje aumenta. "Se debe respetar a quien no quiere saber, a quien no quiere que le digan cuánto tiempo le queda de vida", destaca Carmen Flores.