Madrid
Queremos que el médico nos escuche
El 30% de los pacientes que acuden a las consultas tienen como principal expectativa que su médico les escuche, según un estudio
Lo que esperan los pacientes cuando acuden a la consulta clínica es que su médico se comunique bien con ellos, ya sea escuchándoles (30%), explicando el diagnóstico (16%) o aclarando sus dudas (11%), según ha mostrado un estudio mencionado en ‘La comunicación con el paciente’, publicado por la editorial Elsevier.
Este manual recoge un amplio catálogo de claves, acompañadas de casos y recomendaciones prácticas, para que el profesional sanitario desarrolle sus habilidades comunicativas. Además, enseña a construir puentes emocionales que hacen más eficaz y satisfactoria la relación con el enfermo así como con los miembros del equipo de salud.
En este sentido, el catedrático de Comunicación Arturo Merayo ha asegurado que la calidad de la relación profesional-paciente influye en cómo se obtiene y elabora la historia clínica, cómo se lleva a cabo la exploración, si se acierta y se comunica bien el diagnóstico, si se aceptan o no otras opciones terapéuticas.
«Son todos factores fundamentales que dependen, en buena medida, de cómo se comunique el profesional, igual que sucede con el modo de motivar al enfermo, el seguimiento y control de la enfermedad, la adherencia al tratamiento, la comunicación de malas noticias o la valoración del trabajo del profesional por parte del paciente y de sus allegados. No es extraño por todo ello que en la mayoría de los planes de estudios de ciencias de la salud se hayan diseñado asignaturas obligatorias para estimular las competencias comunicativas de los futuros profesionales», ha apostillado.
Asimismo, según diversas investigaciones, el 40 por ciento de los pacientes considera que los médicos se explican mal hasta el punto de que el 14 por ciento de los pacientes no llega a entender las explicaciones del profesional sanitario.
«Una ineficiente comunicación entre el profesional sanitario y el paciente suele aumentar las visitas a la consulta, disminuye la adherencia a los tratamientos que se le prescriben, o hace que el paciente acabe recurriendo a otros canales de información en los que puede ser víctima de consejos erróneos o incluso de estafas», ha recalcado otro de los autores del libro, Esteban Bravo.
Así, a lo largo de 200 páginas, el libro defiende la importancia de los aspectos emocionales en la relación profesional-paciente y analiza por qué con frecuencia se minusvaloran; facilita técnicas para mejorar la escucha activa y la empatía como elementos claves en la generación de la confianza; explica cómo manejar la propia comunicación no verbal y cómo leer en los gestos, posturas y tonos de voz del paciente; detalla las diferentes fases de la entrevista clínica, ofreciendo pistas acerca de cómo crear un buen clima y obtener información significativa en poco tiempo; y facilita un catálogo de doce tipos de pacientes, consejos sobre los comportamientos de comunicación más adecuados y los errores que hay que evitar con cada uno de ellos.
La obra está dirigida a todos los profesionales de la salud: médicos, enfermeros, farmacéuticos. «Ofrece claves para poder comunicarse con eficacia con muchas recomendaciones y sugerencias de carácter práctico. Hemos querido hacer un libro ameno, útil y al mismo tiempo riguroso, con más de 250 referencias de acreditadas publicaciones médicas así como una bibliografía final de 200 títulos. El libro es fácil de leer y al mismo tiempo está muy documentado: ningún lector va a pensar que la obra carece de la fundamentación científica a la que los profesionales de la salud están acostumbrados», han zanjado los responsables.
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