Salud

A la salud de todos

«Si respiramos basura tóxica no podemos tener limpio el organismo; si nos matan a ruidos no podemos estar cuerdos»

Foto: Gtres
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«Si respiramos basura tóxica no podemos tener limpio el organismo; si nos matan a ruidos no podemos estar cuerdos»

Quince años ya desde que LA RAZÓN, adelantada a su tiempo, creó este Suplemento de salud por el que hoy brindamos. Fue una afortunada y ambiciosa idea, porque nuestra revista engloba todo aquello que pueda afectar al bienestar físico y psíquico de los ciudadanos. La relación entre el interior y el exterior. El modo de vivir y sus consecuencias. Los ataques ecológicos y sus desastres en nuestro propio cuerpo, que es naturaleza y respira o se ahoga. También las nuevas tecnologías y sus efectos para nuestro radical cambio existencial; no podemos imaginar aún a dónde llevarán esos cambios, tanto para el entorno como para el alma particular de cada uno.

Porque todo está interconectado, y si una ballena muere por ingerir nuestras bolsas de plástico, algo se transformará en nuestro ánimo. Así es el misterio de la vida y de la muerte. Todos somos parte de un todo, con una misma sangre. Y tu dolor no me llega sólo por lo que leo en el periódico o por lo que veo en televisión, tu dolor lo percibo porque es el dolor del mundo. Conectar lo racional con lo inexplicable es salud. Porque todo es salud y lo contrario. Así que cuando anteponemos intereses espurios a intereses integrales estamos atentando contra los seres vivos.

Desde este suplemento he podido escribir con absoluta libertad. Y doy las gracias a sus creadores y directivos por darnos pie a denunciar sistemas que anteponen el dinero a la salud. Que están tan ciegos como para potenciar el uso de drogas legales para bien de las empresas farmacéuticas. O que permiten la contaminación del medio en beneficio de las empresas automovilistas, de esos grandes dinerales que unos pocos se embolsas en contra de la mayoría. Un sistema salvajemente economicista resulta un sistema contra la salud. Si estamos respirando basura tóxica no podemos tener limpio el organismo. Si nos matan a ruidos no podemos estar cuerdos. Si acaban con los árboles no podemos protegernos del calor. Si cazan o maltratan a los animales y lo permitimos no podremos tener la conciencia tranquila. Todo será enfermedad. Y por más que lleguen la ciencia con su enorme esfuerzo a intentar curarnos o alargarnos la vida, no tendremos la paz interior, la calidad y el amor necesario para estar sanos y felices. Sigamos diciéndolo desde este A TU SALUD, que es la de todos.