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Ablación por radiofrecuencia para el dolor lumbar rebelde

Una nueva técnica produce una lesión térmica en los nervios que recogen la sensibilidad dolorosa de la articulación sacroilíaca

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Una nueva técnica produce una lesión térmica en los nervios que recogen la sensibilidad dolorosa de la articulación sacroilíaca

El dolor de espalda es una de las principales causas de incapacidad temporal en nuestro país y, por extensión, de baja laboral. Dentro de esta localización, el que se produce en la zona lumbar es uno de los más invalidantes dado que el dolor que provoca es, en ocasiones, muy difícil de paliar.

«En un estudio reciente, se estimó que el porcentaje de casos de dolor lumbar en edades comprendidas entre 27 y 50 años es del 68,9% en algún momento de su vida. Esta incidencia y la posibilidad de cronificarse aumentan con la edad, rondando el 10% el porcentaje rebelde a tratamientos habituales. El dolor causado por trastornos en la articulación sacroilíaca es de un 15%, dentro de las molestias lumbares crónicas», señala Domingo Ventura, anestesiólogo de la Unidad de Tratamiento del Dolor del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla.

Pues bien, una nueva técnica, la ablación por radiofrecuencia de los nervios de la articulación sacroilíaca, consigue controlar los cuadros dolorosos producidos por esta patología que no encuentra solución con otros tratamientos. Se realiza con un dispositivo denominado Simplicity que aporta mayor alivio del dolor y un único punto de entrada, siendo menos agresiva y más efectiva que otros métodos de tratamiento con radiofrecuencia que se realiza a este nivel.

«El procedimiento consiste en realizar una lesión térmica sobre los nervios que recogen la sensibilidad dolorosa de la articulación sacroilíaca, con un aparato específico y guiado por imagen para una localización exacta de los mismos. No es necesario abrir la piel, tan sólo a través de un pequeño orificio –de uno o dos milímetros– a nivel del sacro, se introduce el dispositivo. Suele realizarse en unos 45 minutos», explica el doctor Ventura.

De esta forma se consiguen controlar cuadros dolorosos en la región lumbar y sacra «que no se logran ni con el uso de derivados mórficos ni la aplicación de técnicas quirúrgicas, con un método poco invasivo, confortable, indoloro y con el alta del paciente a su domicilio en el mismo día», destaca el doctor Ventura.

Además, continúa el experto, «los resultados se consiguen desde el primer momento, en la primera sesión. Sin embargo, depende de la patología causante, la permanencia en el tiempo sería diferente, aunque difícilmente el resultado es definitivo. Pasado un tiempo, resulta posible que el dolor reaparezca y sea necesario repetir la técnica. Los nervios afectados por la radiofrecuencia se suelen terminar regenerando».

No obstante, hay que tener presente que son casos de dolor crónico y cuya causa no tiene solución quirúrgica y, por tanto, no presentan curación. Con esta técnica se mejora la calidad de vida en muchos pacientes a los que, hasta hace poco, sólo les quedaba resignarse a vivir con dolor.

La mejoría será gradual y la eficacia de la técnica se puede medir pasadas unas semanas. «Cada paciente responde de una manera distinta. Consideramos exitoso el tratamiento si el afectado puede reducir tanto el dolor como con los analgésicos que estaba tomando. En las distintas escalas que se utilizan, se puede concluir que se obtiene mejoría de la calidad de vida de los individuos», explica Ventura.

Aunque pueda haber limitaciones particulares según cada paciente, en general, se pueden resumir en molestias o hematomas locales o lesiones de alguna raíz nerviosa por mala realización de la técnica. Si bien, con las precauciones adecuadas, este perfil de efectos es mínimo.

Los especialistas que más frecuentemente suelen derivar estos casos son los traumatólogos y los neurocirujanos, si bien cualquier especialista puede derivar casos a la Unidad de Tratamiento del Dolor para realizar esta técnica, incluso un paciente que no encuentra solución a su problema. La Unidad de Tratamiento del Dolor del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla ha implantado esta técnica, pionera en la sanidad privada de Andalucía.