Literatura
Andrés Pascual: «Si no diriges el timón de tu vida, otros lo harán por ti»
Este escritor y viajero ha visitado cincuenta países. En ellos encontró la inspiración para escribir sus novelas y, sobre todo, valiosas enseñanzas que le guiaron en el viaje más importante de todos: el que hizo a lo más profundo de su interior para descubrir qué quería de verdad y redirigir su vida. Tras veinte años, dejó el bufete para dedicarse en exclusiva a la escritura, aquello que verdaderamente ama.
«El viaje de tu vida» es su última obra. ¿De verdad cree que nunca es tarde para perseguir lo que uno ama?
-Lo creo porque lo he vivido. No podemos dejarnos bloquear por pasados que ya no existen, ni tampoco por futuros que aún no han llegado y que debemos ir construyendo con nuestras acciones del presente. Hemos de mirarnos al espejo y gritarnos: no me cuentes lo que vas a hacer, ¡hazlo!
-Invita a ser dueños de nuestro propio destino, pero cambiar de vida no siempre es fácil ni hay una salida clara.
-Todos los comienzos son complicados. El secreto está en no tratar de evitar las dificultades, sino reunir fuerzas para superarlas.
-De cada viaje ha aprendido una enseñanza para perseguir la vida que quiere... ¿Cómo le han marcado?
-He escogido los diez viajes en los que encontré las herramientas para convertirme en la persona que quería ser, confiando en que también sean de utilidad a los lectores para su propio cambio vital, empujándolos a actuar y guiándolos en el proceso. En Sudáfrica me enseñaron a gritar: «¡Soy el amo de mi destino!»; en el Tíbet descubrí la obligación de forjarnos un sueño que perseguir; en Madagascar aprendí a vencer mis miedos; en Etiopía, a liberarme de la tiranía del reloj; en Brasil, a vivir el ahora... Así hasta diez destinos y diez herramientas, con ese objetivo que todos debemos perseguir: lanzarnos a perseguir las cosas que amamos.
-¿Cada persona ha de emprender su propio viaje?
-Tarde o temprano hemos de hacer el viaje más importante de todos: desde el sofá hasta el espejo del salón para mirarnos y preguntarnos: ¿vivo la vida que deseo? ¿Siento que me falta algo? Cuando llegue nuestro último día, tumbados en una cama con la frente llena de arrugas, y miremos hacia atrás, nadie nos podrá reprochar el no haber alcanzado alguna meta; pero sí sería terrible darnos cuenta de que no hemos caminado hacia ellas. Tenemos la obligación, aparte del derecho, de aprovechar el tiempo precioso de que disponemos en este mundo.
-Hay quien requiere grandes cambios y quien prefiere dar pequeños pasos. ¿Cuál es la primera consigna?
-Que los sueños no tienen forma ni tamaño definidos. Se trata de empezar a caminar hacia aquellas cosas que nos hacen latir el corazón de una forma especial. En Japón me enseñaron que lo único verdadero, tenga la forma que tenga, es aquello que hacemos por amor. Lo importante es caminar hacia ello, comprender que, si tú no diriges el timón de tu vida, otros lo harán por ti.
A vuela pluma
Este escritor y viajero ha visitado cincuenta países. En ellos encontró la inspiración para escribir sus novelas y, sobre todo, valiosas enseñanzas que le guiaron en el viaje más importante de todos: el que hizo a lo más profundo de su interior para descubrir qué quería de verdad y redirigir su vida. Tras veinte años, dejó el bufete para dedicarse en exclusiva a
la escritura, aquello que verdaderamente ama.
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