Espectáculos
Asistir a espectáculos de danza y música mejora la salud física y emocional
Un estudio pionero realizado por investigadores de la Universidad de Granada en colaboración con la compañía de circo contemporáneo 'Zen del Sur' demuestra que las artes escénicas influyen de manera favorable sobre el estado de ánimo y la autoestima del espectador. Este trabajo ha analizado por primera vez desde un punto de vista científico cuál es el impacto emocional y fisiológico que ejercen sobre los espectadores las artes escénicas, concretamente una representación de música y danza.
Para ello, investigadores del departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada diseñaron un programa de intervención consistente en la observación de un espectáculo de danza-circo con música en directo y en la realización de una serie de ejercicios relacionados con la identificación de recursos expresivos de movimiento y musicales.
Y demostraron que asistir con frecuencia a espectáculos artísticos de este tipo puede mejorar notablemente la calidad de vida y la salud de los pacientes, ya que las artes escénicas pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y emocionales.
Este trabajo revela que incluir las artes escénicas como un hábito de vida puede ser beneficioso para la salud, "no sólo como forma de ocio y de entretenimiento, sino también como una herramienta que contribuye al bienestar y la gestión emocional, y al desarrollo de las habilidades comunicativas a través del uso del lenguaje corporal y sus recursos expresivos, a diferencia de otras actividades como el ocio digital o las redes sociales", según los autores del mismo, Carlos López Aragón y Belén Rueda Villén.
Para llevar a cabo este trabajo, los científicos realizaron un experimento con alumnos de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que asistieron como espectadores a varias representaciones de música y danza a cargo de la compañía Zen del Sur, pionera en España por aunar arte y ciencia.
Se da la circunstancia de que López Aragón es, además de investigador, bailarín y músico de la compañía.
A los participantes se les registró mediante pulsómetros la frecuencia cardíaca durante el espectáculo, y se les aplicaron cuestionarios para medir su estado de ánimo en el transcurso del mismo.
Los resultados demostraron que los sujetos reaccionaron fisiológica y emocionalmente a las diferentes escenas del espectáculo, incrementándose su frecuencia cardíaca en los momentos de mayor tensión de los bailarines-acróbatas y reduciéndose cuando la música y los movimientos de los artistas se ejecutaban a una intensidad suave y tiempo lento.
Y esto, según los autores, confirma que existe una correlación directa entre el impacto emocional y el fisiológico, entre lo que los espectadores afirmaban haber sentido de forma subjetiva al presenciar el espectáculo -independientemente de que éste les gustara o no- y lo que la medida objetiva de su frecuencia cardíaca indica, explican los investigadores.
Aunque advierten de que hay que seguir profundizando en esta línea de investigación, los autores destacan la necesidad de que el espectador sea un elemento activo de la representación, en lugar de pasivo. Efe
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