España
El 24% de los anticoagulantes son nuevos en España
Estos fármacos orales se consumen regularmente, no necesitan analíticas de control y carecen de interacción con los alimentos
El 24% de los anticoagulantes que consumen los pacientes en España son nuevos
La Unión Europea emplea 38 mil millones al año para tratar a la gente que sufre un ictus. En España se calcula que 120.000 personas lo padecen anualmente. De cara al futuro, la situación va a empeorar. Se estima que en 2035 los episodios aumentarán un 34%. Para tratarlo de una manera eficiente, resulta clave la inmediatez con la que se atienda al paciente. La doctora especialista en Cardiología Inmaculada Roldán, Hospital Universitario La Paz, Madrid, destaca que «se puede y se debe prevenir corrigiendo los factores de riesgo clásicos: tabaco, HTA, diabetes, obesidad, sedentarismo, dislipemia y una adecuada anticoagulación».
La fibrilación auricular (FA), según la experta, consiste en latidos auriculares descoordinados y desorganizados, produciendo un ritmo cardíaco rápido e irregular: si nos tomamos el pulso notamos latidos cardiacos irregulares, pulso irregular. Las personas inmersas en esta enfermedad poseen entre tres y cinco más posibilidades de sufrir un ictus.
Se antoja como un problema la desinformación que prevalece en la sociedad. No hay concienciación. Tan sólo un 57% de los pacientes afirma entender lo que le explica su respectivo médico a causa de la patología en cuestión. Un tercio de los atendidos recibe un folleto donde se le aclara la información más importante. Cabe destacar que diversas personas, con FA, al mismo tiempo tienen otras enfermedades crónicas. Esto conlleva que el individuo implicado pueda sentirse abrumado debido a que recibe numerosas noticias y la mayoría de ellas negativas. No obstante, hay gente que se informa motu proprio pero una vez ya ha pasado por la experiencia negativa del ictus. Por eso, se recomienda adquirir, por ligeros que sean, breves conocimientos. Deben caracterizarse por ser mensajes sencillos y directos que abarquen los temas principales: la FA como enfermedad, para animar a las personas con riesgo; el papel que realiza; las ventajas e incovenientes relacionados con la anticoagulación para prevenir el ictus; y la importancia de no abandonar la medicación.
La función de los anticoagulantes consiste en prevenir la formación de coágulos sanguíneos, además de impedir que se expandan los ya existentes. El objetivo principal es evitar la trombosis o la embolia. La diferencia entre los nuevos, Bristol Myers-Squibb o Pfizer, y uno tradicional, Sintrom, radica en la administración del mismo. Estos fármacos se toman de manera regular, no requieren de analíticas de control y la dosis es siempre la misma. Además, tienen menos interacciones con los alimentos. Roldán asegura que «son más eficaces y producen un ahorro sanitario». Un 24% de españoles usa esta nueva fórmula, lo que significa el tercero por la cola en el continente europeo.
Se avista como una solución la cooperación entre quienes son los responsables de la formulación de políticas y los pagadores. Que ambas partes se muestren receptivas a argumentos basados en la inacción. Los ACODs (anticoagulantes orales directos) tienen un coste superior a las antagonistas de la AVK. No resulta casual y es que los primeros han de pasar un control periódico.
Avanzar significa estudiar a la población. Tener conocimiento sobre ella para trabajar adecuadamente. La clave reside en los datos sanitarios. Se aconseja acudir a ellos para comprender las desigualdades y las lagunas asistenciales.
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