Pacientes
El «detective» que vigila la salud de las arterias coronarias
Gracias al uso de isótopos radioactivos se puede evaluar en menos de una hora el flujo cardiaco y detectar la presencia o el alcance de la enfermedad de las arterias coronarias
Gracias al uso de isótopos radioactivos se puede evaluar en menos de una hora el flujo cardiaco y detectar la presencia o el alcance de la enfermedad de las arterias coronarias
Es eficaz, altamente sensible, segura, indolora y permite, incluso, aventurar si se puede llegar a producir un evento cardiaco: un infarto. Hablamos del «mejor detective» de la salud de las arterias del corazón, la llamada cardiología nuclear. Llegó a España hace ya más de cuatro décadas y gracias a sus avances forma parte imprescindible de los servicios de cardiología de los centros médicos de referencia de nuestro país.
Antonio Álvarez Vieitez, del Servicio de cardiología del Hospital La Milagrosa de Madrid, aclara: «la cardiología Nuclear ha desempeñado un papel trascendental en el desarrollo de la medicina nuclear en los últimos 25 años. Se trata de una subespecialidad de la cardiología y de la medicina nuclear que permite, mediante la inyección de dosis bajas de compuestos radiactivos (el Tecnecio 99 es actualmente el más utilizado y no es nocivo para para el paciente) capturar imágenes ‘in situ’ de la fusión cardiaca en reposo o en movimiento. Todo gracias al uso de una gammacámara».
También denominada cámara de gammagrafía, detecta la energía radioactiva que es emitida desde el cuerpo del paciente, y la convierte en una imagen. La gammacámara no emite ningún tipo de radiación. «El paciente no está ‘‘enclaustrado’’ como en otras pruebas como la Resonancia Magnética (RM) o el escáner (TAC), sino que es abierta. Tiene la forma de ‘‘donut’’ redonda circular que tan solo se sitúa en la caja torácica del paciente, donde allí puede medir el flujo de la sangre que, a través de las arterias coronarias, llega al corazón y también su contractilidad», recalca el doctor Álvarez Vieitez.
Funcionamiento
Se inyecta en una vena periférica, mientras el paciente está tumbado y en reposo. En ese momento se puede observar cómo funciona su corazón. Posteriormente, se le somete a una prueba de esfuerzo o a un electrocardiograma. Así podemos obtener imágenes del corazón mientras el paciente descansa e inmediatamente después de hacer ejercicio. Con este estudio «es posible averiguar el tamaño de las cavidades cardiacas, cómo bombea el corazón la sangre y si hay músculo cardiaco dañado o muerto. En el caso de pacientes que estén invalidados para hacer la prueba de esfuerzo lo que hacemos es inducir el mismo efecto de esfuerzo pero con fármacos», apostilla el experto del Hospital La Milagrosa. Los «perfectos candidatos a esta prueba son pacientes con dolor de pecho injustificado o que se presenta al realizar ejercicio (denominado angina); o los casos en los que el especialista quiere determinar la forma y función (contracción) del corazón; la irrigación sanguínea al músculo cardiaco por las arterias coronarias, aportar información sobre el pronóstico de la patología o establecer la respuesta al tratamiento (bien sea con fármacos o tras una cirugía)», añade el experto.
«La mayoría de los cerca de 50 pacientes que mensualmente se someten a la prueba en nuestro servicio tiene más de 50 años y son tanto hombres como mujeres. Si el estudio muestra que el flujo sanguíneo es normal mientras descansa pero no cuando hace ejercicio, entonces sabemos que el flujo no es adecuado y estamos ante un caso de isquemia. El corazón normalmente bombea más sangre en momentos de esfuerzo físico. Si los resultados del estudio son anormales durante ambas fases (reposo y ejercicio), el corazón tiene una zona cicatrizada o permanentemente privada de sangre, lo que consideramos una oclusión. Cuando no podemos observar la sustancia radiactiva en una parte del corazón, probablemente signifique que ha muerto esa sección del músculo cardíaco, ya sea debido a un ataque cardíaco previo o porque están obstruidas las arterias coronarias que riegan esa zona del corazón», explica el experto. Toda esta información, obtenida en menos de una hora y sin riesgos para el paciente, es crucial para determinar su salud cardiaca de forma preventiva y predictiva.
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