En Cirugía, hacia la modernidad desde la tradición

Avances del tiempo presente como los que suponen la asistencia robótica en los quirófanos

Mucho ha llovido, como suele decirse comúnmente, desde que di mis primeros pasos en el mundo de la cirugía. Recuerdo que entonces se postulaba aquello de “grandes incisiones, grandes cirujanos”, pero los tiempos cambian, como canta Bob Dylan desde 1964, y, aunque es bastante lo que se mantiene tal y como era entonces, hay procedimientos que nada tienen que ver ahora con respecto a mis inicios.

Los avances tecnológicos, las innovaciones terapéuticas... han supuesto cirugías mucho menos invasivas, mayores porcentajes de éxito, mejoras en los índices de morbimortalidad, reducción de las estancias pre y postoperatorias, y –lo mejor de todo– progresos más que considerables en la calidad de vida, el bienestar y la longevidad de los pacientes.

Avances del tiempo presente como los que suponen la asistencia robótica en los quirófanos, el “Big Data”, la inteligencia artificial, los modelos e impresiones 3D, la tecnología 5G o el “block chain”, eran poco menos que ciencia ficción en mis comienzos.

Opino, de igual modo, que muy poco o nada sabemos hoy sobre cómo se operará dentro de 50 años, aunque sí tengo claro que el camino que debe recorrerse ha de estar cimentado sobre las experiencias de éxito y las buenas prácticas, consolidando todo aquello que dé resultado e incorporando adelantos con evidencia científica acreditada que permitan desarrollar la calidad, la seguridad y la excelencia.

“Hacia la modernidad desde la tradición”, que suelo decir desde hace años y que defiendo sin reservas como una máxima porque es lo que nos ha funcionado –y muy bien– hasta ahora, lo que ha situado a la Cirugía española – al Sistema Nacional de Salud (SNS) en su conjunto– entre las más punteras del mundo y lo que nos ha posicionado a los españoles como los ciudadanos con más esperanza de vida al nacer de toda la Unión Europea.