Sanidad

Los expertos avalan las virtudes del modelo Alcira

El modelo de gestión privada de los centros hospitalarios públicos que se instauró hace ahora 19 años en el Hospital La Ribera es una herramienta consolidada que ahorra hasta un 25% a las arcas públicas

La Razón
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El modelo de gestión privada de los centros hospitalarios públicos que se instauró hace ahora 19 años en el Hospital La Ribera es una herramienta consolidada que ahorra hasta un 25% a las arcas públicas

Veinte años casi tiene el modelo Alcira, cuyo buen funcionamiento y resultados se exponen a través del Hospital de La Ribera, además de los centros de Torrevieja, Denia y Vinalopó. Sus calificativos positivos los obtiene directamente de cifras y hechos contrastables, muchos de ellos procedentes directamente de la misma Consejería de Salud Valenciana que, no sólo lo cuestiona, sino que busca la reversión del modelo. Así, en 2017 esta institución encargó una auditoría a los centros hospitalarios de la comunidad que revelaba el ahorro real de hasta un 25% de los gestionados de forma privada.

Esto se traduce en una cifra que supone 42,5 millones de euros anuales a las arcas públicas, ya que el coste medio por habitante en las concesiones es de 674 euros, frente a los 1.252 de los grandes hospitales de gestión directa, como reza el documento «Auditoría operativa de la concesión de la asistencia sanitaria integral en el Departamento de Salud de Manises», realizado por la Sindicatura de Comptes. Además, en cuanto a los aspectos que impactan directamente en la calidad de la asistencia sanitaria, el informe refleja, también, mejores cifras para los centros de gestión privada. Así, por ejemplo, la demora media de la lista de espera quirúrgica estaría en 36 días (frente a los 67 del total de la Comunidad Valenciana). Algo parecido sucede con la lista de espera de las consultas externas, donde la media de la Comunidad dobla a la de Manises: 45 días frente a 22.

Con estas cifras, voces del sector sanitario opinan que «parece, según los expertos, tanto economistas como sanitarios, que las críticas que se vierten sobre el modelo Alcira desde hace años se sustentan más en argumentos ideológicos e incluso demagógicos y partidistas, que en estándares de calidad asistencial», apunta Mario Mingo, médico y ex diputado del PP. Por su parte, Ramón Tamames, catedrático de Estructura Económica de la Cátedra Jean Monet, manifiesta que «en cuanto a la auditoría de la Sindicatura de Cuentas, sitúa al modelo concesional de Ribera Salud, en el mejor nivel en todos los indicadores de eficiencia y satisfacción: sus conclusiones manifiestan que es más económico, eficiente, con mejor tecnología, mayor calidad de los servicios, y más investigación (I+D).

Otro informe de la consejería valenciana de 2016 desvelaba que el sistema público gasta cada año 933,84 euros por enfermos frente a los 775,45 que le cuesta una adjudicataria, es decir, un 17% menos. Así consta en el documento de «Actualización de la prima per cápita 2016. Elaborado por la Dirección general de Recursos Humanos y económicos de la Consejería de Sanidad de Valencia. En este informe anual, se especifica que la cápita de la Generalitat Valenciana para el ejercicio en curso se aproxima a los 935 euros, mientras que la cápita de abono al concesionario ronda los 775. Esto significa que un paciente atendido en un hospital de gestión pública le cuesta casi doscientos euros más que uno tendido en una adjudicataria. Diversos expertos en derecho mercantil y social pusieron recientemente de manifiesto la complejidad laboral y administrativa de no prorrogar la concesión del Hospital de La Ribera por parte de la Generalitat. Jordi Agustí, magistrado de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, puso de manifiesto, en su momento que «la complejidad que supondría para la Administración mantener la antigüedad y el grado de carrera profesional de los trabajadores».

Avales extranjeros

Desde el viejo continente hasta EE UU, múltiples expertos en Sanidad se han interesado en cómo el modelo Alcira se convierte en una herramienta clave en la gestión sanitaria y aporta valores como la eficiencia y la sostenibilidad al sistema. Un trabajo de investigación multinacional desarrollado por la Universidad de Universidad de California-Berkeley (EE UU), que ha analizado diferentes modelos de concesiones a nivel internacional, ha obtenido una conclusión clara: este sistema de gestión aporta eficiencia y ahorra dinero al sistema sanitario público, reduciendo el gasto per cápita en el entorno del 25%. En este sentido, Richard Scheffler, profesor distinguido de Economía de la Salud y Política Pública en la Escuela de Salud Pública y en la Escuela Goldman de Política Pública de dicha universidad destacaba en el trabajo de investigación el modelo permite reducir las listas de espera de 39 a 20 días en primeras visitas y de 57 a 40 en intervenciones quirúrgicas.

Los gestores de salud del Reino Unido también han mostrado su interés han mostrado su interés por la modalidad organizativa público-privada ha quedado patente esta semana, como refleja un último informe del National Health Service (NHS). En dicho texto recomiendan la vinculación público-privada (APP) como una opción para lograr una organización que sea más eficiente para su sistema nacional de salud. Desde el Gobierno británico, han apuntado que la externalización de la gestión «es particularmente eficaz cuando existe un mal desempeño clínico o bien financiero que no es estructural. Este modelo puede llegar a producir un importante cambio de dirección y también de liderazgo». En el mismo informe del NHS también proponen una variedad de formas de organización colaborativa, contractual y de consolidación que podría lograr que se produjera dicho cambio y que incluiría a empresas mixtas. El objetivo es «lograr mejores resultados para los pacientes y al mismo tiempo obtener beneficios financieros, aunque conservando su entidad jurídica original», explica David Dalton, del NHS.