Pacientes

Los nuevos tratamientos cambian el abordaje de la esclerosis múltiple

En la imagen, de pie y de izquierda a derecha, José Meca, Francisco Vivar y Francisco Delgado. Sentados, de izquierda a derecha, María Luisa Villar y Celia Oreja-Guevara
En la imagen, de pie y de izquierda a derecha, José Meca, Francisco Vivar y Francisco Delgado. Sentados, de izquierda a derecha, María Luisa Villar y Celia Oreja-Guevaralarazon

Dosis de esperanza. Eso es lo que buscan transmitir los médicos hoy cuando tienen delante a un paciente con esclerosis múltiple. Ya no se trata de una enfermedad terrible capaz de doblegar a la persona que sufre en su organismo las terribles consecuencias de la lenta y progresiva neurodegeneración, sino que gracias a los avances de la Medicina, tanto diagnósticos como terapéuticos, se puede «convivir» con ella durante muchos años, sin necesidad de que el final sea postrarse en una silla de ruedas. Así se puso de manifiesto en una mesa redonda organizada por Sanofi Genzyme y A TU SALUD con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple celebrado esta semana. «Trabajar para esta enfermedad es un reto y el éxito o fracaso de un producto no sólo se basa en reducir el número de brotes, sino que tenemos como objetivo el mejorar la discapacidad del paciente. Nos sentimos orgullosos de haber proporcionado a los pacientes un fármaco que está cambiando el paradigma del tratamiento de una enfermedad crónica», afirma Francisco Vivar, director general de Sanofi Genzyme.

Mayor control

A pesar de que no existe cura para esta patología que –según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) alrededor de 47.000 españoles la padecen, una cifra que cada año suma cuatro nuevos afectados por cada 100.000 habitantes– cada vez se controla mejor con la ayuda de fármacos modificadores del curso de la enfermedad que logran reducir el número, la frecuencia, la intensidad de los brotes y la cantidad y volumen de lesiones que aparecen en el cerebro. En este sentido, el doctor José Meca Lallana, neurólogo y director de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca en Murcia, explica que «estamos hablando de una enfermedad para la que no hay cura, pero gracias a los tratamientos que disponemos en la actualidad, tenemos pacientes que, de una forma o de otra y tras muchos años de diagnóstico de la enfermedad, son totalmente autónomos. No podemos hablar de curación, pero te empiezan a transmitir que se sienten curados porque la enfermedad no les ha vuelto a atacar y no se ven más discapacitados con el paso del tiempo».

La eficacia de los fármacos exige también una mayor seguridad, por lo que la monitorización del paciente juega un papel fundamental. «Al tratarse de una enfermedad muy agresiva e invalidante es necesario hacer un seguimiento más exhaustivo del paciente. Hay que ceñirse a los estándares de seguridad que se han fijado por la seguridad de los pacientes porque hoy en día es inasumible un fármaco efectivo sin seguridad», advierte Meca. Esta misma opinión la comparte la doctora Celia Oreja-Guevara, jefe de Sección de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Servicio de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid quien añade que «dado que el paciente con esclerosis múltiple es joven y puede que esté empezando a trabajar, quiera formar una familia y tenga relaciones sociales y, a l a vez, una buena calidad de vida. Por ello, es importante que, además de la eficacia y seguridad, los tratamientos sean cómodos, tengan pocos efectos secundarios y los pacientes los toleren bien».

Es precisamente calidad de vida y esa sensación de cronificación de la enfermedad lo que anhelan los afectados y, en este sentido, los fármacos orales están destinados a cumplir ese objetivo. «Todos los pacientes pedían un tratamiento oral porque significa comodidad frente a los inyectables», recuerda Oreja-Guevara. En la actualidad, prosigue Meca, «suelen ser el tratamiento de primera línea para los recién diagnosticados y para los que llevan muchos años pinchándose ha supuesto un antes y un después». Otro aspecto clave de la enfermedad es la atrofia cerebral, que es el resultado de los procesos patológicos destructivos que se dan con la esclerosis múltiple y reducirla es el objetivo que persiguen los nuevos tratamientos.

En estudio

«El paciente va evolucionado, va teniendo más atrofia y esto se traduce en alteraciones cognitivas. Tenemos una medida objetiva en la que podemos observar que si un paciente cada vez va teniendo más discapacidad se correlaciona con la atrofia que vemos en la resonancia magnética», recuerda Oreja-Guevara. En este sentido, a la hora de valorar si los tratamientos son efectivos en la disminución de la discapacidad resulta imprescindible poder medir la atrofia cerebral. Una afirmación que corrobora la neuróloga del Clínico, pero que, a día de hoy, «lo estamos midiendo en investigación, pero será cuestión de en 3-4 años que las grandes empresas de resonancia compren el ‘‘software’’, lo tengan en sus máquinas y el radiólogo con sólo darle a un botón obtendrá el valor de la atrofia».

Dianas clave

Dado que la esclerosis múltiple se caracteriza por que las células encargadas de defender al organismo, células T, atacan y deterioran la mielina, una capa que recubre las fibras nerviosas del sistema nervioso central, no es de extrañar que los tratamientos estén enfocados hacia esos linfocitos T. Sin embargo, las últimas investigaciones afirman que tanto las células T como las B son las responsables del daño causado por el proceso inflamatorio en la enfermedad. Tal y como explica la doctora Luisa María Villar, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, «en la esclerosis múltiple intervienen los linfocitos B y T, que son las células clave de la respuesta inmune adaptativa, pero también intervienen y juegan un papel muy importante celular de la respuesta inmune innata, sobre todo células de la microglía y macrófagos que residen en el sistema nervioso central». Por tanto, los expertos coinciden en que no se debe obviar la diana de la célula T a la hora de tratar la enfermedad. «En todos los mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad la célula T juega un papel fundamental y si tenemos un fármaco con el que podemos atacar, además, a los dos linfocitos T y B mucho mejor», matiza Meca. Precisamente, el hecho de actuar contra estos dos tipos de células ha permitido que gracias a los nuevos anticuerpos monoclonales el paciente pueda incluso olvidarse de que está enfermo. «Es cierto que tienen mucha menos sensación de estar enfermos, lo que indica que estamos alcanzando cotas muy altas y satisfactorias en cuanto al control de la enfermedad», añade Meca. Y es que hay tratamientos, prosigue Villar, «con los que se ve que el paciente está en remisión. Nuestro mayor interés es poder hacer marcadores que predigan a lo largo del seguimiento cómo van a evolucionar, que anticipen las manifestaciones clínicas y nos digan qué se debe hacer».

Atención integral

Tan necesario para los afectados son los tratamientos como las asociaciones de pacientes que luchan principalmente contra la falta de información, el estigma y las barreras que, en ocasiones, les impiden llevar una vida normal. Francisco Delgado, presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Albacete y gerente del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas (CIEN), se define como un «paciente atípico porque llevo 27 años con la enfermedad, no necesito ningún tratamiento y hago una vida normal». El centro CIEN, del que es gerente, «alberga a unos 300 enfermos de esclerosis múltiple, el 95 por ciento está asociado, y estamos reconocidos como un centro de especialidades médicas por la Consejería de Sanidad», explica Delgado. Y añade que gracias a ello y «en base a un médico rehabilitador que pone el propio hospital se marca el tratamiento a seguir. Una ventaja, si se tiene en cuenta que en el 80 por ciento de los hospitales del país no se ofrece el servicio de rehabilitación». Después de mucho esfuerzo y trabas burocráticas, «podemos tratar a todos los pacientes de la provincia de Albacete porque somos el único centro en España que cuenta con una total cobertura de ambulancias que se encargan de trasladar a los pacientes desde sus casas al centro», añade Delgado.

Otra labor de la asociación es el asesoramiento laboral «para paliar los despidos cuando se enteran de que un trabajador tiene la enfermedad y que, desgraciadamente, sucede en el 90 ciento de los casos», denuncia Delgado. De hecho, los resultados de una reciente encuesta realizada por Sanofi Genzyme a 1000 personas con esclerosis múltiple y a 500 cuidadores de siete países diferentes, entre ellos España, revela que dos tercios de los encuestados afirman que su enfermedad les dificulta conservar su puesto de trabajo. La encuesta global forma parte de la campaña «vs. MS» de concienciación de la patología.