Salud

Odontología: «Los procedimientos largos se realizan mejor empleando la sedación consciente»

Dr. Manuel Chamorro Pons/ Jefe del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial, Odontología y Periodoncia Hospitalaria. Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, Madrid

Dr. Manuel Chamorro Pons
Dr. Manuel Chamorro Ponslarazon

La aparición de fármacos específicos y muy seguros ha hecho que la sedación consciente se extienda por todos los campos de la medicina y cirugí

1 -¿Qué diferencia hay entre la sedación consciente y la sedación tradicional que se aplica en odontología?

La palabra sedación hace referencia a tranquilizar, aliviar al paciente del nerviosismo y ansiedad que puede provocarle la realización de un tratamiento o exploración médica. La sedación se consigue induciendo al paciente un estado de sueño placentero mientras el procedimiento es realizado. La profundidad de este sueño inducido es lo que diferencia los distintos tipos de sedación. Entendemos por sedación consciente un estado de sueño ligero en el que el paciente nos atiende si le hablamos o si le hablamos y a la vez le tocamos o movemos. Este grado de sedación no implica cambios significativos en la función cardiaca ni respiratoria y es el tipo de sedación ideal para realizar tratamientos odontológicos. La sedación profunda, que sería el siguiente escalón, puede requerir asistencia respiratoria o hemodinámica y no es de elección en odontología.

2 -¿Por qué ha empezado a usarse la sedación consciente en este área?

La aparición de fármacos específicos y muy seguros ha hecho que la sedación consciente se extienda por todos los campos de la medicina y cirugía. Actualmente no entenderíamos, por ejemplo, someternos a una exploración endoscópica del aparato digestivo sin ser sedados. Lo mismo está ocurriendo, poco a poco, con la odontología y la cirugía oral.

3 -¿En qué situaciones y/o tratamientos estaría recomendado su uso?

Sobre todo en procedimientos largos que conlleven actuaciones en varias zonas de la cavidad oral y que, por tanto, se hacen incómodos o serían penosos para el paciente. Un caso muy típico sería un tratamiento que implique la extracción de varias piezas dentarias en mal estado, la inserción simultánea de implantes y acto seguido la colocación de una prótesis fija provisional. Este tipo de tratamiento se realiza muy cómodamente bajo sedación del paciente.

4 -¿Qué ventajas presenta en comparación con una intervención en la que no se emplee?

Si no empleamos sedación el paciente está alerta de todo lo que ocurre a su alrededor. Está tenso. El tiempo de tratamiento no puede ser muy prolongado y tendemos a fraccionar las diferentes actuaciones que el paciente necesita en varias fases haciéndole acudir repetidamente al consultorio, no hay más remedio. En otros casos hay pacientes de por sí muy nerviosos. Nos cuentan que han tenido malas experiencias pasadas, que han sentido dolor cuando fueron al dentista y es superior a sus fuerzas el abrir la boca en un sillón dental independientemente del tratamiento que precisen. Estos pacientes necesitan realizar los procedimientos bajo sedación. Cuando empleamos sedación el paciente está dormido con un sueño muy parecido al normal. No es consciente de lo que se le hace, del tiempo que transcurre. En una palabra no sufre nada.

5 -¿Existe algún tipo de riesgo para el paciente?

El índice de complicaciones derivados de una sedación es extremadamente bajo. Miles de pacientes se someten a un procedimiento médico o quirúrgico bajo sedación cada día en todos los hospitales y centros médicos del mundo.

6 -¿Es necesaria la presencia de un anestesista durante la sesión consciente?

La sedación consciente se obtiene mediante la infusión de determinados fármacos intravenosos. La ley exige que este procedimiento lo realice, en los gabinetes de odontología, un médico especialista en anestesiología. Pero además la actuación del anestesista, en nuestro caso, comienza antes de la intervención, pues éste se entrevista con el paciente con previamente, analiza sus antecedentes médicos y explica el procedimiento a realizar.

7 -¿Y hay algún otro tipo de requisito necesario para aplicar este tipo de sedación en la consulta?

La ley especifica que, además de la presencia del anestesista, se requiere un local amplio de fácil acceso, un suministro de oxígeno y una serie de aparatos para la monitorización del paciente. En pacientes con antecedentes de patologías importantes el requerimiento necesario de aparatología aumenta, llegando a exigirse contar con un desfibrilador. Este es el motivo por el que creemos que el hecho de que nuestra unidad de cirugía oral y odontología se encuentre en un hospital confiere una mayor seguridad y confianza para los pacientes. Desde el momento que contamos con todos los medios hospitalarios, la posibilidad de hacer cualquier interconsulta con el especialista preciso, o incluso la posibilidad de quedar ingresado unas horas después del tratamiento si fuera necesario.

8 -¿Hay alguna situación en la que no esté recomendada esta sedación en la odontología?

En un tratamiento simple tal como empastar una pieza dentaria, por ejemplo, no estaría indicado realizar una sedación. Aunque hay pacientes especiales en los que cualquier tratamiento, por pequeño que sea, requiere una sedación. Me refiero por ejemplo a niños que no colaboran, pacientes con discapacidad intelectual, etc.

9- Su uso ¿está ya normalizado en las consultas de odontología?

No, para nada. La sedación en odontología va progresando muy despacio. Como he comentado la ley es muy exigente en los requisitos para realizarla. La presencia del anestesista es obligatoria también. Eso hace que la mayoría de las clínicas no tengan posibilidad de ponerla en marcha. Todavía es una excepción. Pienso que la sedación conecta la odontología con el mundo hospitalario y creo que las unidades odontológicas integradas en los servicios de cirugía oral y maxilofacial serán la puerta a que los tratamientos bajo sedación se realicen con más asiduidad.

10- ¿Y cómo le afecta al paciente?, ¿tiene algún tipo de efecto secundario?

Nada más acabar el procedimiento el paciente despierta con toda normalidad, habitualmente nos comenta que no se ha enterado de nada y se siente realmente relajado. En nuestro caso, permanece en la unidad durante un tiempo hasta que es dado de alta. En este sentido la ley también especifica que para ser dado de alta y poderse marchar a su casa el paciente debe estar consciente y orientado con criterios hemodinámicos y respiratorios estables y sin necesidad de ayuda para la deambulación y siempre acompañado de un adulto responsable.