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Pepe Guillart: “Los fisioterapeutas tenemos mucho que decir sobre las migrañas”

El especialista aboga por el abordaje de la columna cervical y la ATM para los pacientes con graves y frecuentes dolores de cabeza

Pepe Guillart: “Los fisioterapeutas tenemos mucho que decir sobre las migrañas”
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Casi mil millones de personas en todo el mundo padecen migrañas (4,5 millones de españoles, incluidos niños de muy corta edad, que suponen entre el cuatro y el 14 por ciento de los afectados). Es la sexta causa mundial de incapacidad y el trastorno neurológico que más incapacita. «No te mata, pero convierte tu vida en un infierno», quien habla es Pepe Guillart, fisioterapeuta sevillano que ha conseguido acabar con el tormento de muchos pacientes. «No hablamos de curaciones milagro», matiza antes de explicar el sistema que trata de dar a conocer a colegas de profesión.

«Lo normal es que cuando alguien sufre un dolor de cabeza crónico acuda al médico de atención primaria y que éste, a su vez, le derive al neurólogo. A nosotros, los pacientes nos suelen llegar de rebote». A su juicio, descartada una patología grave o una causa secundaria evidente (como una enfermedad), «¿por qué no descartar el cuello y la articulación témporo mandibular (ATM)? La fisioterapia tiene algo que decir en todo esto».

Abordaje

Explica que no ofrecen diagnósticos médicos; su trabajo consiste en ver si ese dolor de cabeza puede proceder de la columna cervical o de la ATM, que son las zonas musculoesqueléticas –reconocidas científicamente– como causa de la cefalea. «En la cefalea, al considerarse un trastorno del sistema nervioso, el neurólogo se ha erigido como el especialista de la misma». En este sentido, asegura que algunos enfermos de migraña están mal clasificados y sobremedicados. «La medicación para la migraña es preventiva y abortiva, pero en ningún caso es curativa».

Cuenta que el diagnóstico de este tipo de dolencias se basa en lo que diga el paciente, es decir, no hay pruebas diagnósticas o biomarcadores como en otras enfermedades. «Dos personas te pueden contar una historia muy similar y cada una responde de una manera, aunque la presentación sea la misma. Son dolores no específicos. Al no saber cuál es la causa, no se sabe el tratamiento. Además, la cefalea de origen cervical y la migraña tienen síntomas que se solapan».

Por eso, la cefalea tipo migraña puede, por ejemplo, proceder de una falta de movimiento, de la tensión en la musculatura en la zona cervical. «Lo que hacemos es ver si el paciente tiene un trastorno articular o muscular, bien del cuello, o tiene problemas de apertura o cierre de la mandíbula o dolores de bloqueo, por citar algunas causas. De lo que se trata es de ver si cambiando esas cosas que detectamos que no están en valores normales, es decir, si normalizándolas, se produce una mejoría en el dolor de cabeza. Es entonces cuando podemos decir que hay una causalidad. En ese caso sabríamos que no es una migraña, sino una cefalea cervical o de ATM que se comporta como una migraña». ¿En qué consiste su método? «No curamos las migrañas, lo que decimos es que puede que tu clasificación de migraña no sea la correcta; que puede tratarse de un dolor de origen cervical o de ATM».

Lo primero es ver si existe pérdida de movimiento en el cuello y, si recuperando ese movimiento, influimos en los parámetros de intensidad, frecuencia, duración... del dolor de cabeza. «Enseñamos al paciente ejercicios sencillos. Los tiene que hacer él; si entiende por qué y para qué lo está haciendo tendrá independencia. No es que nunca más vaya a tener un dolor de cabeza, pero sabe que si en el futuro tiene un ataque, cuenta con un remedio por sí mismo que no es una pastilla. Si con eso no ha habido éxito, probamos con la ATM».

Características

Guillart y su equipo recorren el país explicando cómo funciona su metodología que, insiste, no sirve en todos los casos. En estos cursos se escoge a tres pacientes reales y se les trata frente a los fisios participantes. Se les hace una historia clínica completa, se revisa su postura y se procede a explorar al paciente según los datos de su historia y presentación. Es un abordaje individualizado. «No hablamos de curaciones milagro. No decimos: ‘A todo el que viene, le hacemos esto y se le va’. La respuesta de cada paciente varía, desde cambios en la frecuencia o intensidad, hasta la resolución total. Entre el 30-40% han respondido de manera clara en los cursos, y otros se encuentran en proceso de hacerlo».

No es un porcentaje de éxito baladí. Y más aún si se tiene en cuenta el dolor, no solo físico, que provocan las migrañas. «Tuvimos una joven paciente con una historia de 13 años de ataques. Venía de un hospital donde había permanecido ingresada con goteros. He pensado en suicidarme, nos dijo. Mejoró gracias a una corrección en la postura. A los diez minutos, el dolor había desaparecido y se mantuvo así los tres días del curso, Fue un cambio significativo y duradero, que es lo que se persigue». No obstante, el primer sentimiento no fue el de alegría, sino el de rabia, cuenta el especialista. «Lo vemos en mucha gente. Sienten impotencia y enfado cuando finalmente encuentran un remedio a su mal. ‘¿Con esta tontería me he curado?’ ‘¿Por qué nadie me lo había dicho antes?’, nos preguntan. Pero siempre le decimos que esto no ayuda a todo el mundo».

Y es que el que padece migraña también ha sufrido una romería interminable antes de llegar a manos de Guillart. El diagnóstico en estos enfermos puede dilatarse hasta siete años y algunos de ellos lo sufren durante décadas. «Tenemos pacientes con 30 años de historias de migrañas diagnosticadas y diarias».

La migraña afecta más a las mujeres, en concreto, a tres por cada hombre. ¿Cómo distinguir un simple dolor de cabeza de otro más serio? El 70% de la gente que tiene dolor de cabeza es cefalea tensional, la más común y la más llevadera. En la migraña, sin embargo, la intensidad suele ser más alta; suele ser incapacitante y, en ocasiones, ir acompañada de otros síntomas como vómitos o foto y fonosensibilidad... «Estos pacientes son los que deambulan durante años en busca de una solución, y acaban en nuestra consulta».