Familia

Raquel Sánchez Silva: «La falta de información hace que lleguemos tarde a la maternidad»

Raquel Sánchez Silva/ Periodista y presentadora de televisión
Raquel Sánchez Silva/ Periodista y presentadora de televisiónlarazon

Tengo los óvulos contados» es el título de su nueva novela. ¿Existe una idea preconcebida de que se puede ser madre cuando una mujer quiera?

-Más que eso, es una fantasía que nos conviene y queremos creer. Muchas veces deseamos pensar que no hay límites en el tiempo y que podemos tener hijos en el momento que decidamos, pero al final estamos recibiendo solamente los mensajes que deseamos. Pero no es algo real, por lo que se debe dejar la fantasía popular a un lado, e incluso la deseada, y centrarnos en la verdad clínica, si queremos tener posibilidades reales de ser madre.

-Si se fuera consciente, ¿cree que se adelantaría la edad de ser madre?

-No adelantar el momento, sino tener una planificación diferente. La falta de información hace que muchas mujeres lleguemos un poco tarde, incluso demasiado, a la maternidad. Por eso, se debería planificar mejor, como, por ejemplo, en vez de llegar a congelar óvulos a una edad tardía, ¿por qué no hacerlo en una etapa de nuestra vida más fértil? Así se incrementarían significamente las probabilidades de un embarazo. Para ello, es fundamental una mejor información y tomar la decisión final con un profesional médico. El objetivo del libro es informar, mucho más que entretener. Deseo que las mujeres y hombres que lo lean tengan una idea muy clara de cuál es la situación de la reproducción asistida dentro y fuera de nuestro país y qué pueden lograr y qué no.

-¿Apuesta a través del libro por normalizar la reproducción asistida?

-Más que apostar, me sumo. No puede ser que una pareja que quiere tener un hijo de esta forma sólo esté preocupada por que la carta que llegue a su buzón no lleve un membrete de una clínica de reproducción asistida o que el donante se parezca a la familia de él o ella, para que no se note diferencia. La búsqueda de esa normalización es simplemente evitar ese dolor. No puede ser que todavía sigamos preguntando algo tan espantoso como «¿y quién es el que no puede?». Eso hace mucho daño, no ayuda y lejos de un interés comprensivo, solo abunda en el cotilleo y la mala educación.

-¿Cómo vivir con plena alegría este tratamiento?

-Es un proceso que se debe vivir con la mayor alegría posible, no con vergüenza o complejo, sino con todo lo contrario, con ilusión, valentía y orgullo; se debe hacer caso a los profesionales que te dicen la verdad con las probabilidades que cada una tiene de ser madre; que no se amparen en los casos particulares ni se busquen respuestas en el patio de vecinos; y que se alejen de esas personas que exhiben sus éxitos maternales. Es un proceso tan bonito como buscar un bebe de forma natural, por lo que se debería dejar de lado la presión social.

-¿Cuánto hay de autobiográfico?

-Aporto momentos, dudas, pregunta y sensaciones. Lo que sí hay es, tras tener la oportunidad de hablar con médicos de muchos casos clínicos, mucha realidad pero sin ningún nombre calcado ni una experiencia completa de una pareja. De alguna manera, todo lo que se puede leer en el libro es verdad porque todo ha pasado en algún momento. No al pie de la letra, pero sí narra una realidad que ocurre cada día. Me sentía obligada a contar absolutamente todo lo que tenía que ver con los datos médicos, pero había que hacerlos más comprensibles. La ficción le da ese calor que necesitan y un entretenimiento.

A vuela pluma

Tiene una amplia trayectoria profesional dentro del mundo de la televisión, desde reportera a presentadora de diversos realities de famosos, supervivientes e intrépidos viajeros.

Ahora se enfrente a su mayor reto porque apenas han pasado dos meses desde que ha cumplido su sueño de la maternidad, con el nacimiento de los mellizos Bruno y Mateo.