Vacunas
Sarampión: los casos se multiplican por cuatro en España y cinco en Europa
La enfermedad infectocontagiosa repunta de forma alarmante. La falta de acceso a la vacunación y los movimientos que rechazan esta práctica impiden lograr el objetivo de la OMS de eliminarla en dos años
La enfermedad infectocontagiosa repunta de forma alarmante. La falta de acceso a la vacunación y los movimientos que rechazan esta práctica impiden lograr el objetivo de la OMS de eliminarla en dos años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha dejado claro: el sarampión es un grave problema en Europa, pero encima supone un peligro para el resto del mundo, porque el viejo continente se ha convertido ahora en el principal exportador del virus al resto del planeta. Las cifras lo dicen todo: de más de 5.000 casos en 2016 a superar los 15.000 en 2017, y ¿qué cabe esperar en 2018? El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) se hace eco de la alarma de la OMS y urge la toma de medidas.
Así, los expertos advierten de que el problema tiene dos vertientes: «Mientras en Rumanía hablaríamos de un problema de acceso a la vacunación debido a población en situación de exclusión social, en países como Italia, Grecia o Alemania se trata de un problema de ausencia debido a movimientos antivacunas. Porque en algunos de ellos, como Italia, se han llegado a mandar mensajes ambigüos sobre su efectividad como el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo. Es una mala idea politizar la medicina», subraya Amos García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
El impacto de la vacunación en la prevención de enfermedades en unas pocas décadas ha demostrado un gran impacto. El sarampión causó aproximadamente 2,6 millones de muertes anuales, antes de la vacunación generalizada que se puso en marcha en 1980. Gracias a la vacuna contra el sarampión, de Maurice Hilleman, esta enfermedad altamente contagiosa es ahora prevenible. Datos de la OMS muestran que Italia se encuentra en el top de incidencia, en la sexta posición, en los últimos seis meses. «Las tasas de vacunación han disminuido en muchos países europeos y por eso la enfermedad ha vuelto a resurgir. Está directamente relacionado», asegura Belén Aguirrezabalaga, pediatra de Gijón y responsable del grupo de vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap).
Como argumenta García Amos, «el peor efecto secundario de una vacuna es no ponerla», y «disculpa» a aquellos padres que no lo hacen por «falta de información, creo. Si tienen dudas hay que aclararlas, pero no podemos poner en duda la eficacia de las vacunas: sólo son entre el 1-2% –en España– del gasto en Sanidad y hay que mencionar el ahorro que suponen en enfermedades que evitan. No podemos dejar que las ‘‘modas’’ de las pseudociencias, la magia y esoterismo quite la razón a la Ciencia y la Medicina». En esto, el presidente de la AEV se muestra tajante: «¿Qué será lo próximo beber leche sin pasteurizar? Todo esto es una sin razón».
Quizás el problema es que las vacunas luchan contra enemigos invisibles, hoy desaparecidos de los «campos de combate» gracias a ellas, y el efecto «escudo» que proporcionan a la población cuando las coberturas superan el 95%. Pero, los movimientos antivacunas en Europa han provocado un agujero en las defensas. Esta semana «The British Medical Journal» se hacía eco de la polémica intervención de uno de los máximos ponentes italianos de este tipo de movimientos, como Vincenzo D’Anna, en un foro sobre biología. Para hacer frente a este problema, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, impuso la vacunación obligatoria de 12 enfermedades en los colegios, a mediados de 2017, al observar ya el incremento de casos tres veces superior al año anterior.
Resulta inquietante que «los países en vías de desarrollo suspiren por tener vacunas para borrar epidemias y ganar salud para sus ciudadanos», como asegura García Rojas, y encuentra padres que prefieran la cárcel antes que vacunar a su hijo, como recogía hace unos meses «The Washington Post». Además, como subraya el presidente de la AEV, «no debemos mezclar nunca la política con estos temas, no es beneficioso para nadie». En EE UU, Donald Trump también ha cuestionado el uso «masivo» de la vacunación, lo que fortalece a este tipo de movimientos.
Por ello en Europa, los gobiernos han tomado cartas en el asunto y países como Italia o Alemania ya han establecido una estricta política de vacunación a través de legislación en menores de 6 años en edad escolar y sanciones a los padres que no lo lleven a cabo; medidas que se suman a las que tomó Francia hace ya unos años, que también contemplaban la obligatoriedad de la inmunización en guarderías y colegios. Todo esto tiene como resultado cotas inferiores de protección inferiores al 95%, ya que nuestros vecinos, Francia e Italia apenas llegan al 85%; por otro lado, no mucho más protegidos andan Alemania y Reino Unido, que oscilan en el 90%.
En España se ha roto la tendencia a la baja de los casos y se ha vuelto a cifras de hace tres años. Resulta clave observar cómo ha sido ese descenso: 2011, 2.544 casos; 2012, 1.210 casos; 2013, 262 casos; 2014, 153 casos; 2015, 55 casos; 2016, 38 casos; y 2017, 152 casos. La curva preveía una nueva reducción de la infección que permitiría acercarse a los objetivos marcados por la OMS de «eliminación» del virus en 2020, es decir, acercar a cero el número de afectados. Este hecho no será posible y los expertos consultados por A TU SALUD no muestran esperanzas para ello, muy al contrario, revelan su preocupación. Aguirrezabalaga destaca que «no hemos tenido tantos casos como otros países europeos, pero esto puede cambiar si las coberturas descienden, porque es una enfermedad altamente contagiosa».
Además, la vacunación se torna fundamental si «más del 80% de los casos de sarampión que se detectan en España se producen en personas no vacunadas», apunta Gabriel Reina, del Servicio de Micriobiología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra. En concreto, reina desgrana el por qué: «Mayoritariamente estos grupos son personas en exclusión social que no tienen acceso al sistema sanitario. Además, hay personas de otros países que no han recibido la vacuna».
Otros brotes
Junto al sarampión surgen nuevo brotes que también empiezan a cuestionar si las mencionadas coberturas son suficientes o se necesitan más medidas para incentivarlas. Mientras los casos aislados de meningitis salpican la geografía española, Navarra registra un brote de paperas, con 140 casos en las primeras siete semanas de 2018. «La lectura final es recordar que las vacunas incluidas en nuestro calendario no lo están al azar; el sarampión es una enfermedad potencialmente mortal; si dejamos de vacunar volverá a reaparecer, como estamos viendo en países de nuestro entorno», concluye Aguirrezabalaga.
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