Ginebra
Taiwán: una pieza necesaria que no puede quedar atrás
José María Liu, embajador de Taiwán en España, pide que se deje participar al país que representa en la OMS
José María Liu/ Embajador de Taiwán en España
En un mundo tan interconectado como el de hoy, con una cada vez mayor apertura de fronteras y con el incremento de las políticas migratorias en todo el planeta, se crean nuevos desafíos para la prevención y control de enfermedades y epidemias en todo el mundo, sólo superables con una cooperación más estrecha y completa ente todos los actores implicados. Por su ubicación privilegiada en el centro neurálgico del Indo-Pacífico, Taiwán, con un movimiento frecuente de bienes y personas, tiene la gran necesidad de prevenir epidemias y de participar en los mecanismos del sistema sanitario internacional. Y, sin embargo, debido a razones meramente políticas, a día de hoy no se le permite participar plenamente en las reuniones técnicas y actividades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con tal exclusión se está creando un vacío en la red transnacional de seguridad sanitaria y prevención de enfermedades infecciosas, que no entienden de fronteras. No está de más recordar que cuando en el año 2003 apareció el fatídico brote del SARS (síndrome respiratorio agudo grave), Taiwán no obtuvo la ayuda necesaria de la OMS por no ser entonces miembro, y ello provocó lamentablemente numerosas víctimas inocentes. La comunidad internacional no puede permitir que, por consideraciones meramente políticas, hechos de tal tipo vuelvan a producirse.
Desde el año 2009 y hasta 2016, Taiwán sí participó como miembro observador en esa reunión tan importante para la salud mundial que es la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), el máximo órgano de toma de decisiones de la OMS que en el mes de mayo celebra su 72ª sesión. Pero ya en 2017, y como resultado de la fuerte presión ejercida por China continental sobre la Organización de Naciones Unidas (ONU), Taiwán no fue invitado a participar en esta cita, quedando así apartado otra vez de las decisiones de la OMS. Ello ha creado una situación tan injusta como perjudicial para los intereses sanitarios ya no solo de Taiwán, país soberano y democrático, sino de toda la comunidad internacional.
Cumpliendo con el objetivo señalado por la OMS de no dejar a nadie sin cobertura en materia de salud, el sistema taiwanés cubre en la actualidad prácticamente al total de su población. Además, somos un país de los más avanzados del mundo en materia tecnológica y en investigación, tenemos mucho que aportar y no podemos permitir quedarnos al margen de las decisiones de la OMS. Gracias al desarrollo de nuestro sistema sanitario, Taiwán está sobradamente capacitado para aportar su ayuda y colaboración, como ya lo ha hecho con anterioridad, a países y regiones más necesitadas. Habiendo sido en el pasado receptor de atención sanitaria desde el extranjero, Taiwán es hoy un país proveedor de ayuda allí donde más se necesita, y ha realizado contribuciones indispensables a la red mundial de atención sanitaria, incluso salvando las dificultades que conlleva su exclusión de los mecanismos de la OMS.
El Centro Internacional de Capacitación en Salud de Taiwán, dependiente del Ministerio de Salud, es un excelente ejemplo de estos esfuerzos, ya que ofrece capacitación a profesionales extranjeros en medicina clínica, acupuntura, medicina tradicional y dirección de centros hospitalarios. Aproximadamente 1.500 profesionales en el campo de la salud de 65 países y territorios completaron sus cursos del 2002 al 2017.
Igualmente relevante es el Programa Global de Soporte y Servicio de Instrumentos Médicos, que integra diferentes iniciativas de hospitales de Taiwán con el objetivo de proporcionar equipos en buenas condiciones a países en desarrollo. Más de 5.400 dispositivos han sido enviados a instituciones médicas de 33 países y territorios a través de este proyecto.
Si Taiwán pudiera participar en la OMS, su aportación a la red sanitaria internacional sería sin lugar a dudas mucho más efectiva. Sin embargo, las presiones ejercidas por China continental afectan incluso al desarrollo profesional de la prensa libre de Taiwán, a la que se está pretendiendo impedir el acceso a la cobertura informativa de la AMS. La ONG Reporteros Sin Fronteras se ha tenido que dirigir a la ONU para que se concedan las oportunas credenciales de prensa a los medios de Taiwán, y que estos puedan informar libremente sobre el evento. Confiamos en que las asociaciones de prensa europeas y españolas denuncien esta situación y no permitan una actuación que va en contra del derecho fundamental a la información establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Este año, cinco presidentes de Grupos de Amistad de Taiwán de países europeos (el del propio Parlamento Europeo, el de Alemania, el de Francia y los dos copresidentes del de Inglaterra) han enviado una carta conjunta al director general de la OMS para que curse la oportuna invitación que permita a Taiwán participar en la AMS. Y desde España, el presidente de la Asociación Independiente de Parlamentarios Amigos de Taiwán, don Francisco Vañó, ha hecho lo propio.
Desde aquí, queremos agradecer todos los esfuerzos de nuestros países amigos, y pedir un año más a toda la comunidad internacional que apoye claramente la participación significativa de Taiwán en la 72ª sesión de la Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará del 20 al 28 de mayo en Ginebra, Suiza, haciendo posible así el verdadero objetivo de la OMS: no dejar ni a Taiwán ni a nadie atrás en materia de salud.
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