Pacientes

Tecnología y formación al servicio de la seguridad del paciente

Madrid acogió el jueves el V Seminario Internacional de Seguridad del Paciente y Excelencia Clínica, el gran reto de la Sanidad del siglo XXI

En la imagen, detalle de la inauguración del V Seminario Internacional de Seguridad del Paciente/ Foto: Javier Jernández-Largo
En la imagen, detalle de la inauguración del V Seminario Internacional de Seguridad del Paciente/ Foto: Javier Jernández-Largolarazon

Madrid acogió el jueves el V Seminario Internacional de Seguridad del Paciente y Excelencia Clínica, el gran reto de la Sanidad del siglo XXI

El modelo sanitario del siglo XXI coloca al paciente en el centro de todo el sistema. Trabajar por y para él resulta decisivo, así como garantizar su seguridad en todo momento. Pero para ello hace falta formación y conocimiento por parte de los profesionales, de ahí que el pasado jueves 24 se celebrara en Madrid el V Seminario Internacional de Seguridad del Paciente y Excelencia Clínica en el Hopital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

«La seguridad del paciente debe incluirse como una prioridad en la agenda de las organizaciones que influyan de manera directa o indirecta en la asistencia sanitaria. Sin seguridad, no hay calidad posible. Por ello, las organizaciones sanitarias tanto del ámbito público como privado debemos poner en marcha todos los mecanismos necesarios para reducir la probabilidad de los fallos en el sistema y los errores de las personas, pero también necesitamos de la implicación y compromiso de los profesionales», asegura la doctora Nuria Marañón Hermoso, jefe del Departamento de Seguridad del Paciente de Quirónsalud.

Nuevos retos

La creciente complejidad que alcanza el manejo de los pacientes hoy en día, con patologías cada vez más complejas y más comorbilidades –derivadas del envejecimiento de la población–, así como la incorporación de nuevas tecnologías y procedimientos, conlleva unos riesgos potenciales que exigen profundizar en la búsqueda del máximo nivel de seguridad de la prestación sanitaria. «Estos cambios hacen que cada vez surjan nuevos problemas de seguridad, pero también es cierto que ahora se abordan como prevenibles algunos que antes se consideraban inevitables», confiesa Marañón Hermoso, quien añade que «gracias a los avances en la gestión clínica podemos afirmar que se están realizando importantes cambios en las organizaciones y en la toma de decisiones, permitiendo fomentar las buenas prácticas médicas y asistenciales. Las tecnologías de la información también atesoran un gran potencial, ya que nos permiten impulsar la implantación de prácticas seguras, modernizar los sistemas de notificación de incidentes, impulsar el uso del big-data y de los registros de casos para mejorar el conocimiento, propiciar una mayor transparencia para la información en salud y facilitar la participación de los pacientes en su seguridad, entre otros. Pero la tecnología no lo es todo. La mejora de la seguridad del paciente requiere de un esfuerzo sistémico complejo, y es imprescindible la participación de todos los agentes implicados».

La medicina es una profesión de riesgos, por eso es imprescindible que haya una buena planificación y que se estandaricen los procedimientos de trabajo para disminuir la variabilidad y minimizar el error. «El fallo es algo consustancial al ser humano, pero la utilización de protocolos, alertas informáticas o listados de verificación contribuyen a evitar su aparición», reconoce Marañón Hermoso. Y los deberes se están haciendo bien en nuestro país, ya que, tal y como reconoce la doctora, «en España se ha venido realizando un gran esfuerzo en los últimos años por parte del Ministerio de Sanidad, Comunidades Autónomas y grupos hospitalarios privados para establecer programas enfocados a la prevención y control de daños evitables en la práctica clínica, pero debemos seguir avanzando». En este sentido, en Quirónsalud el nivel de exigencia resulta muy alto. «Pero es como debe ser, pues se trata de una obligación ética, legal y profesional. Trabajamos para fomentar una cultura de seguridad desde una perspectiva positiva, implicando y motivando a los profesionales y adoptando las medidas necesarias a nivel organizativo para prevenir los riesgos, sin esperar a que éstos sucedan para actuar», confirma Marañón Hermoso.

La apuesta de Quirónsalud por la seguridad responde al convencimiento de que el liderazgo asistencial lleva implícito la excelencia en seguridad del paciente. «Gracias al esfuerzo coordinado de todos los niveles de gestión y estructura directiva de la compañía, a lo largo de los últimos años se han sentado las bases para avanzar hacia la excelencia en seguridad del paciente», asegura la doctora Leticia Moral, directora general de Asistencia y Calidad de Quirónsalud. De hecho, aunque el grupo lleva años trabajando en esta área, recientemente se ha puesto en marcha una Estrategia corporativa de Seguridad del Paciente vigente entre 2018 y 2020. «Esta estrategia está formada por siete líneas estratégicas y recoge nuestros objetivos corporativos para ofrecer una asistencia sanitaria segura y de excelencia a los pacientes». El soporte tecnológico es clave, por ello disponen de una herramienta para la notificación de incidentes desde la que los profesionales pueden comunicarlos de forma anónima y compartirlos con los responsables de los centros. De forma inmediata, se analizan los riesgos y se actúa en consecuencia. «Además, el profesional que notifica tendrá un feedback de las medidas que se adopten para abordar la incidencia comunicada, con lo que se siente implicado en el proceso y no deja de notificar otros posibles riesgos», añade Moral.