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Un frío pelón

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Pasmado me he quedado con un artículo de la competencia según el cual el aire acondicionado es machista, la refrigeración de los espacios cerrados sexista y, el termostato, una herramienta de dominación patriarcal. Todo ello a cuento del cuento de que en las empresas parece que, por culpa del aire acondicionado, las mujeres pasan más frío que los hombres.

Ciertamente, hay centros de trabajo que parecen más una nevera que una oficina. Pero no creo que sea por culpa de los malvados machos, según esta teoría deseosos de aniquilar a las mujeres a base frío pelón. Lo digo porque un servidor pasa generalmente un frío aniquilante en el trabajo, y veo que muchas de mis colegas van de aquí para allá tan panchas con el frio a menos veinte.

Otras no, es obvio, porque esto no es una ley matemática sino en todo caso física. Los/las más corpulentos llevan mejor el aire acondicionado que los enclenques como yo, que la menor ráfaga de aire me irrita la garganta. Lo mismo que a mis colegas de aquí al lado, o sea, Semprún, Calderón, Guanluí, Rafa y Juandelgado, entre otros, que andan siempre los hombres con la chaquetita puesta.

Bien es cierto, todo hay que decirlo, que nuestro querido director Marhuenda tiene el despacho como un congelador. Al rato de estar con él allí empiezas a notar como se te ponen rígidas las cervicales, te duelen las lumbares, te crujen las articulaciones, no te sientes las piernas y casi no puedes ni pensar. Pero conozco también a algunas colegas que funcionan ídem de lo mismo. O sea, con mucho frío. De modo que más que cosa de machos y hembras, es cuestión de masa corporal y de culturas. Por ejemplo, en el Caribe y en EE UU tienen la insana costumbre de poner los aparatos «under-15», lo cual es una auténtica aberración. Lo mismo que en los aviones: hay que llevar siempre una chaqueta a mano porque si no acabas hibernado.

He visto en todos estos sitios que mujeres y hombres aguantan o rechazan el frío de forma parecida: unos mejor, otros peor. Más bien por constitución que por culpa del machismo, el sexismo y la dominación patriarcal, como dicen.

Mayormente.