Nueva York

Terapia prometedora en la supresión de la infección por VIH en humanos

En los ensayos en pacientes con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) de una nueva generación de los denominados anticuerpos ampliamente neutralizantes, investigadores de la Universidad Rockefeller, en Nueva York, Estados Unidos, han encontrado que esta terapia experimental puede reducir drásticamente la cantidad de virus presente en la sangre de un paciente. El trabajo, publicado esta semana en la revista 'Nature', aporta optimismo al campo de la inmunoterapia contra el VIH y sugiere nuevas estrategias para la lucha o incluso la prevención de la infección por el VIH.

En una persona infectada con el VIH, se produce una batalla entre el virus y el sistema inmunológico del cuerpo. A pesar de que el cuerpo produce nuevos anticuerpos que atacan el virus, el virus muta constantemente para escapar, logrando mantenerse sólo unos pasos por delante. El nuevo estudio, llevado a cabo en el Laboratorio de Inmunología Molecular de Michel Nussenzweig, detectó que la administración de un potente anticuerpo, llamado 3BNC117, puede coger por sorpresa al VIH con la guardia baja y reducir la carga viral.

Los anticuerpos contra el VIH probados previamente en humanos han mostrado resultados decepcionantes. 3BNC117 pertenece a una nueva generación de anticuerpos ampliamente neutralizantes que luchan potentemente contra una amplia gama de cepas del VIH. "Lo especial de estos anticuerpos es que tienen actividad contra más del 80 por ciento de las cepas de VIH y son extremadamente potentes", subraya Marina Caskey, profesora asistente de Investigación Clínica en el laboratorio de Nussenzweig y coautora del estudio. 3BN117, aislado originalmente por Johannes Scheid en el laboratorio de Nussenzweig, se dirige al sitio de unión de CD4 en la envoltura del VIH, y el receptor de CD4 es el principal sitio de unión del VIH a las células huésped. 3BNC117 muestra actividad contra 195 de 237 cepas de VIH .

Los anticuerpos ampliamente neutralizantes se producen de forma natural en entre un 10 y un 30 por ciento de las personas con VIH, pero sólo después de varios años de infección. En ese momento, el virus en sus cuerpos ha evolucionado normalmente para escapar incluso de estos poderosos anticuerpos. Sin embargo, mediante el aislamiento y la clonación de estos anticuerpos, los científicos lograron aprovecharlos como agentes terapéuticos contra infecciones por el VIH que han tenido menos tiempo para prepararse. En anteriores trabajos en el laboratorio, Nussenzweig había demostrado que estos anticuerpos potentes podrían prevenir o suprimir la infección en modelos de ratones y primates no humanos de VIH, pero estos modelos animales son aproximaciones muy generales de las infecciones humanas, explica Caskey.

Se debe diseñar genéticamente los ratones para que sean susceptibles al VIH y, por tanto, carecen de un sistema inmunológico intacto, y los primates utilizados en estudios sobre el VIH sólo pueden estar infectado con una versión de simio del virus. Por ello, se espera la prueba de principio en ensayos en humanos. En el nuevo estudio, se administró a individuos no infectados e infectados por el VIH una dosis única del anticuerpo por vía intravenosa y se les monitorizó durante 56 días. En el nivel de dosis más alta ensayada en el estudio, 30 miligramos por kilogramo de peso, los ocho individuos infectados tratados mostraron hasta 300 veces menos de cantidad del virus medido en la sangre, con la mayoría llegando a su carga viral más baja una semana después de tratamiento. La caída en la carga viral dependía de la carga viral inicial de la persona y de la sensibilidad de sus cepas particulares del VIH al anticuerpo.

Es la primera vez que se prueba la nueva generación de anticuerpos contra el VIH en seres humanos. Una dosis única de 3BN117 fue bien tolerada y eficaz en la reducción temporal de la carga viral y, en algunos individuos, se mantuvo activa en el cuerpo durante mucho tiempo. En la mitad de los individuos que recibió la dosis más alta, la carga viral permaneció por debajo de los niveles de partida, incluso al final del periodo de estudio de ocho semanas y no se produjo resistencia a 3BNC117.

Los investigadores también creen que los anticuerpos pueden ser capaces de mejorar la respuesta inmune del paciente contra el VIH, que puede a su vez dar lugar a un mejor control de la infección. Además, los anticuerpos como 3BNC117 pueden lograr matar los virus ocultos en las células infectadas, que sirven como reservorios virales inaccesibles a los medicamentos antirretrovirales actuales.

Lo más probable es que 3BNC117, como otros anti-retrovirales, se tenga que utilizar en combinación con otros anticuerpos o fármacos antirretrovirales para mantener bajo control las infecciones. "Un anticuerpo solo, como un medicamento por sí solo, no será suficiente para suprimir la carga viral durante mucho tiempo porque surgirá resistencia", augura Caskey.

Una ventaja importante es el programa de dosificación: una terapia de anticuerpos para el VIH podría requerir tratamiento sólo una vez cada pocos meses, en comparación con los regímenes diarios de los medicamentos antirretrovirales que ahora son el tratamiento de primera línea para el VIH.

"A diferencia de la terapia antirretroviral convencional, la terapia con estos anticuerpos también puede involucrar a las células inmunes del paciente, que pueden ayudar a neutralizar mejor el virus", sugiere el coprimer autor Florian Klein, también profesor asistente de Investigación Clínica en el laboratorio de Nussenzweig.

Además de un posible tratamiento, el estudio también aumenta las esperanzas para una vacuna contra el VIH. Si los investigadores pueden inducir el sistema inmune de una persona no infectada para generar este tipo de potentes anticuerpos como 3BNC117, podría ser suficiente para bloquear la infección por VIH antes de que se desarrolle.

La investigación clínica en curso en el laboratorio de Nussenzweig y el Hospital de la Universidad Rockefeller tiene como objetivo analizar el impacto de anticuerpos ampliamente neutralizantes adicionales, solos o en combinación, en la carga viral en pacientes infectados por el VIH.