Sánchez aprieta pero no ahoga
El presidente tiene un pato de la Laguna de La Ricarda -pongamos que lo llama ‘Curly’-, y sobre ese pato edificó la iglesia de la confusión sanchista en la que anda perdido el independentismo
El presidente tiene un pato de la Laguna de La Ricarda -pongamos que lo llama ‘Curly’-, y sobre ese pato edificó la iglesia de la confusión sanchista en la que anda perdido el independentismo