El aviso de emergencias de Baleares: "El calor puede ser mortal"

La llegada del verano ha vuelto a poner en evidencia una realidad climática cada vez más preocupante en Baleares: las temperaturas extremas han dejado de ser una excepción y se han convertido en norma.

Las islas, acostumbradas tradicionalmente a un clima mediterráneo templado, viven ahora episodios de calor sostenido que superan los umbrales considerados seguros por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y lo hacen cada vez con más antelación y duración.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya ha activado varias alertas amarillas y naranjas en distintos puntos del archipiélago, especialmente en Mallorca e Ibiza, donde se han superado en los últimos días los 37 ºC.

Aunque para muchos residentes y turistas estas cifras puedan parecer asumibles, los expertos advierten: no lo son, especialmente cuando se mantienen durante varios días consecutivos y no descienden regularmente por la noche.

Dos avisos amarillos por altas temperaturas

La primera semana del verano meteorológico arranca con temperaturas inusualmente altas en Baleares, donde AEMET ha activado avisos amarillos por calor hoy y mañana, especialmente en Ibiza y Formentera, donde se alcanzarán máximas cercanas a los 37 °C y mínimas nocturnas entre 21 °C y 22 °C, lo que ha convertido las madrugadas en tropicales .

La delegada de la AEMET en Baleares, María José Guerrero, señaló que el verano será “cálido y seco”, respaldando la presencia de bloqueos anticiclónicos que, combinados con flujos cálidos desde el norte de África, favorecerán estos picos térmicos

Según registros, junio ha mostrado anomalías térmicas significativas en Mallorca, con hasta +2,4 °C sobre la media mensual, y en Ibiza se observan aumentos sostenidos de +1,26 °C en 70 años

Un verano "muy duro"

Por su parte, Agustí Jansà, doctor en Meteorología, alerta de que el archipiélago se enfrenta a un “verano muy duro” con temperaturas entre 1 y 2 °C por encima del promedio de las últimas tres décadas, similar al calor extremo de 2022.

No es sólo un pico breve. La AEMET prevé que el episodio se prolongue durante días, incluso hasta finales de la semana, prolongando la alerta para la población.

Este escenario exige precaución para los grupos de riesgo: ancianos, niños y enfermos crónicos. Se recomienda extremar la protección frente al calor, hidratarse con frecuencia, evitar las salidas en horas centrales y facilitar ambientes frescos en hogares y centros de trabajo.

La persistencia de este calor anticipa un verano más cálido de lo habitual en las islas, lo que obliga a activar planes preventivos y adaptar servicios sanitarios y laborales, especialmente en sectores expuestos al sol como la construcción o el turismo al aire libre.

Aumento de los incendios forestales

La otra cara del calor es el aumento del riesgo de incendios forestales. En zonas como la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la combinación de altas temperaturas, baja humedad y acumulación de materia seca hace temer un verano complicado.

El Ibanat (Institut Balear de la Natura) ya ha reforzado las patrullas de vigilancia y lanzado campañas de concienciación para evitar negligencias que puedan desencadenar fuegos difíciles de controlar.