Naturaleza

La cala más bien guardada de Menorca: aguas cristalinas escondidas entre acantilados

Está situada dentro del Área Natural de Especial Interés y su acceso está regulado para evitar la masificación y el daño al entorno

La cala más bien guardada de Menorca: aguas cristalinas entre acantilados
La cala más bien guardada de Menorca: aguas cristalinas entre acantiladosiStock

Cala Macarella, ubicada a unos 15 kilómetros de Ciutadella, se ha consolidado como uno de los destinos más emblemáticos de Menorca, gracias a su equilibrio entre belleza natural y protección ambiental.

Situada dentro del Área Natural de Especial Interés del sur de la isla, esta cala ha podido preservar su valor ecológico, convirtiéndose en un ejemplo de turismo responsable tras la declaración de Menorca como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Acceso regulado

Para garantizar la conservación del entorno, el acceso a Cala Macarella está regulado, especialmente durante los meses de verano. Entre junio y septiembre, el tráfico de vehículos privados se restringe, y se habilita un servicio de autobús lanzadera desde Ciutadella hasta el aparcamiento más cercano.

Desde allí, los visitantes deben recorrer unos 15 minutos por un sendero señalizado que serpentea entre pinos y acantilados, ofreciendo vistas espectaculares del litoral menorquín.

Otra opción cada vez más popular es llegar caminando desde Cala Galdana a través del Camí de Cavalls, la histórica ruta que rodea toda la isla y permite disfrutar de panorámicas únicas. Este mismo recorrido permite acceder a Cala Macarelleta, la hermana pequeña de Macarella, famosa por sus aguas cristalinas y por ser uno de los principales puntos de baño nudista de Menorca.

Cala Macarella y Cala Macarelleta están la una al lado de la otra
Cala Macarella y Cala Macarelleta están la una al lado de la otraiStock

Perfecta para hacer snorkel

A diferencia de otras playas más concurridas, Cala Macarella mantiene un perfil de tranquilidad y autenticidad. Aunque no cuenta con grandes infraestructuras turísticas, sí ofrece lo necesario para una jornada completa: un chiringuito con comida ligera, aseos y vigilancia.

Las aguas poco profundas y calmadas la hacen ideal para familias con niños y aficionados al snorkel, ya que el fondo marino alberga una gran variedad de peces y formaciones rocosas que convierten cada inmersión en una experiencia fascinante.

El valor de Cala Macarella no se limita a su belleza natural. Su historia y cultura están presentes en las cuevas excavadas en los acantilados, que en la época talayótica fueron utilizadas como viviendas o lugares funerarios.

Durante siglos, marineros y pescadores locales han encontrado en esta cala un refugio seguro frente a las tormentas, consolidando su papel como símbolo de la identidad menorquina.

Una de las calas más espectaculares de Europa

Visitar Cala Macarella implica más que pasar un día de playa: es una inmersión en un paisaje mediterráneo puro, donde el tiempo parece detenerse y donde el contacto con la naturaleza se combina con un legado histórico y cultural único. Para muchos, esta cala no solo es uno de los secretos mejor guardados de Menorca, sino también una de las playas más espectaculares de Europa, un destino imprescindible para quienes buscan paz, autenticidad y belleza natural.

Con sus regulaciones de acceso, servicios mínimos y su preservación ambiental, Cala Macarella representa un modelo de turismo sostenible que respeta el entorno sin renunciar a la experiencia del visitante, asegurando que futuras generaciones puedan seguir disfrutando de este rincón privilegiado del Mediterráneo.

Además, las autoridades locales han reforzado la vigilancia ambiental y el control del aforo durante la temporada alta para evitar el deterioro del entorno y preservar la flora y fauna autóctonas. Esta combinación de regulación, educación al visitante y medidas de protección refuerza el compromiso de Menorca con un turismo sostenible, que permite disfrutar de sus paisajes sin comprometer la conservación de su patrimonio natural.