Una competición de muertos por 'balconing' en Baleares indigna a Reino Unido

El verano en Baleares ha vuelto a comenzar este año con un nuevo y trágico episodio. En Ibiza, una joven de 19 años, de nacionalidad turca y residente en Italia, perdió la vida tras caer desde la cuarta planta de un hotel ubicado en la localidad de Sant Antoni.

La joven, que acababa de llegar a la isla, sufrió el fatal accidente tras regresar de una noche de ocio. Con este suceso, se reabre un debate tan delicado como persistente: el de los accidentes provocados por el fenómeno conocido como balconing.

Este tipo de comportamientos, que suelen implicar saltos o caídas desde balcones de hoteles, continúa cobrándose vidas año tras año. A pesar de las campañas institucionales, advertencias turísticas y endurecimientos legislativos, las cifras no terminan de descender de forma significativa.

El Govern balear, de hecho, aprobó en 2024 una nueva normativa que restringe la venta de alcohol, prohíbe su consumo en la vía pública y limita la oferta del 'todo incluido' en zonas especialmente saturadas. No obstante, este paquete de medidas aún no parece haber frenado completamente una práctica asociada al turismo de excesos.

La tragedia convertida en espectáculo

En este contexto, ha surgido un fenómeno en internet que ha generado una ola de indignación tanto dentro como fuera de España: una cuenta anónima en la red social X (antiguamente Twitter), autodenominada 'Federación Balear de Balconing'.

Desde 2022, esta cuenta ha ganado notoriedad a base de un discurso satírico y macabro, en el que convierte las caídas desde balcones en una especie de “competición internacional”. Con más de 55.000 seguidores, publica clasificaciones en las que otorga puntos a los países de origen de las víctimas: dos por fallecimiento, uno por herido. Para desempatar, se utiliza el número de pisos desde el que se ha producido la caída.

La existencia de esta cuenta ha generado condenas rotundas. En 2024, la publicación de un mensaje que celebraba la muerte de una turista escocesa, Emma Ramsay, como si se tratara de una victoria deportiva del Reino Unido, provocó la reacción inmediata de la ministra escocesa Christina McKelvie, quien calificó la actitud de “vil” y solicitó su cierre.

A pesar de ello, la cuenta ha continuado en activo, reforzando su discurso con un humor negro que resulta ofensivo para los familiares de las víctimas y para la sociedad en general.

Una crítica camuflada de burla

Según sus autores, el objetivo de la cuenta es denunciar, desde la sátira, los excesos del modelo turístico en las islas. Se definen como “turismofóbicos darwinistas” y aseguran querer evidenciar el impacto del turismo masificado sobre el entorno natural y social de Baleares.

No obstante, su retórica, plagada de metáforas deportivas y burlas a los fallecidos, ha provocado más indignación que reflexión.

El sector hotelero balear ha lamentado profundamente el fallecimiento de la joven turca, describiéndolo como una tragedia evitable. Desde la Conselleria de Turismo se ha insistido en la preocupación creciente por estos incidentes, y se han comprometido a continuar reforzando las campañas de prevención, especialmente dirigidas a los turistas más jóvenes.