
Crisis migratoria
Crisis migratoria sin precedentes en Ibiza y Formentera: llegan en una semana más de 400 personas en patera
Más de 1.600 migrantes procedentes del norte de África han llegado en lo que va de año a las costas pitiusas por la vía marítima irregular, cada vez más consolidada

El verano de 2024 está dejando cifras inéditas en materia migratoria en las Pitiusas. En lo que va de año, más de 1.600 personas han alcanzado las costas de Ibiza y Formentera en pateras procedentes del norte de África, una presión que las instituciones locales califican de “insostenible”. Solo en la última semana se ha contabilizado la llegada de 416 migrantes en 26 embarcaciones, lo que refleja la intensidad del fenómeno.
Los registros oficiales de la Delegación del Gobierno en Baleares confirman que los días más críticos fueron el 12 y 13 de agosto, cuando se interceptaron más de 240 personas en apenas 48 horas. Aunque el jueves 14 apenas se notificó una embarcación, el flujo volvió a repuntar durante el fin de semana con siete pateras y más de un centenar de migrantes.
El recuento anual es contundente: desde enero hasta el 17 de agosto han arribado a las islas 1.632 inmigrantes en al menos 98 pateras. Agosto es, por ahora, el mes más complejo, con 424 llegadas en poco más de dos semanas, seguido de junio con 384. En el lado opuesto, marzo fue el mes con menos presión, con apenas 60 personas.
Formentera, epicentro de la presión migratoria
Aunque ambas islas se enfrentan a la situación, es Formentera la que soporta la mayor parte de las llegadas. Su presidente, Óscar Portas, ha alzado la voz en repetidas ocasiones durante este mes de agosto para denunciar la falta de recursos y la “inacción” del Gobierno central.
En declaraciones recientes, Portas subrayó que el Consell insular tutela ya a 150 menores no acompañados, una cifra que podría aumentar con los últimos desembarcos. “Necesitamos una actuación inmediata del Estado, que es quien tiene la maquinaria y las competencias para hacer frente a esta crisis”, insistió.
El dirigente insular también criticó que la secretaria de Estado de Migraciones, Pilar Cancela, viajara a Ibiza hace unos días sin incluir en su agenda una visita a Formentera. “Cuando ves con tus propios ojos lo que ocurre, es más fácil intervenir de la manera adecuada”, apuntó Portas, quien ha solicitado que se desplacen responsables del Ejecutivo para conocer la realidad de primera mano.
Tensiones políticas
En paralelo, se han puesto en marcha espacios de primera atención a migrantes en los puertos de las islas. El de Ibiza ya está operativo, mientras que el de Formentera aún no ha entrado en funcionamiento, a pesar de que la isla concentra la mayor presión migratoria.
Desde la Delegación del Gobierno, tanto el delegado Alfonso Rodríguez como la directora insular en las Pitiusas, Raquel Guasch, defendieron la gestión realizada y aseguraron que se están movilizando recursos humanos y materiales para hacer frente al fenómeno.
Sin embargo, asociaciones de guardias civiles y policías nacionales recuerdan que llevan “años alertando de la consolidación de la ruta Argelia-Baleares”, que hasta ahora no había sido reconocida de manera oficial por el Estado. En este contexto, el Partido Popular ha exigido la dimisión del delegado del Gobierno y que se reconozca de manera explícita la existencia de esta ruta migratoria.
La llegada constante de pateras a las Pitiusas confirma que el Mediterráneo occidental es, cada vez más, un corredor activo y en expansión. Con Formentera al límite de su capacidad y el debate político al rojo vivo, la crisis migratoria se ha convertido en uno de los grandes retos de este verano en Baleares.
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