
Crisis de la vivienda
Esta es la ciudad con diferencia con más problemas para alquilar una casa en Baleares
Inca se convierte en el epicentro de la presión inmobiliaria en Baleares con 87 candidatos por cada vivienda en alquiler

El mercado del alquiler en Baleares atraviesa un momento crítico, y el caso de Inca se ha convertido en un claro ejemplo de la tensión entre la alta demanda y la escasa oferta.
Según un estudio realizado por el portal inmobiliario Idealista, la capital del Raiguer registra una media de 87 aspirantes por cada vivienda disponible, lo que la sitúa como el municipio balear con mayor nivel de competencia a la hora de alquilar.
Un fenómeno que supera a Palma
Lo que durante años fue una alternativa más asequible a la capital balear, hoy refleja una situación incluso más compleja que la de Palma. Los precios de los alquileres en Inca, que antes se encontraban por debajo de los de otros municipios de los alrededores, han ido incrementándose de forma constante. Esta tendencia responde no solo a la presión demográfica, sino también a la transformación urbanística y económica de la ciudad.
En los últimos años, el centro urbano de Inca ha visto cómo proliferaban las agencias inmobiliarias, síntoma de un dinamismo inmobiliario creciente y de una demanda que supera con creces a la oferta. El aumento progresivo de los precios se combina con la dificultad para acceder a una vivienda, lo que sitúa a la ciudad como uno de los principales focos de debate en torno a la crisis habitacional en Baleares.
Factores que disparan la demanda
La presión no solo se explica por la escasez de inmuebles en el mercado, sino también por el efecto de nuevos polos de atracción. La apertura de un nuevo centro universitario ha incrementado la llegada de estudiantes, que buscan alojamiento para estancias de media y larga duración. Además, la reconversión de antiguas fábricas en espacios de coworking y en centros de eventos ha dinamizado el mercado laboral y cultural, atrayendo a más personas a residir en la ciudad.
A todo ello se suma el impulso al tercer polígono industrial, que pondrá en circulación 185.000 metros cuadrados de suelo destinado a usos industriales y de servicios. Este desarrollo no solo generará empleo, sino que también incrementará la necesidad de alojamiento para trabajadores y familias que quieran instalarse cerca de su lugar de trabajo.
Un problema que trasciende Baleares
Aunque Inca se ha convertido en el epicentro de este fenómeno en las islas, no es un caso aislado. El estudio de Idealista refleja que la mayor presión en toda España se registra en Arrecife (Las Palmas), donde compiten 182 familias por vivienda en alquiler. Le siguen Cornellà de Llobregat (Barcelona), con 174 aspirantes, Leganés (Madrid), con 153, y Vitoria-Gasteiz (Álava), con 99.
Este ranking evidencia que el acceso al alquiler asequible se ha convertido en uno de los principales retos a nivel nacional. El problema no distingue entre grandes capitales y municipios medianos: la falta de vivienda disponible está afectando tanto a áreas metropolitanas como a ciudades de tamaño intermedio.
Una ciudad en transformación
El caso de Inca refleja la paradoja de muchos municipios que buscan modernizarse y atraer nuevas inversiones. El desarrollo económico, la llegada de nuevas industrias y la expansión de la actividad académica son factores positivos que generan oportunidades, pero también tensionan el mercado residencial.
El futuro de la ciudad dependerá de su capacidad para equilibrar este crecimiento con políticas de vivienda que garanticen el acceso a hogares dignos y asequibles. Mientras tanto, las familias, parejas y trabajadores que buscan una vivienda en Inca deberán enfrentarse a una realidad cada vez más complicada: competir con decenas de personas por un mismo piso o casa.
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