Fin de semana en Menorca: los planes que debes hacer para sacar todo el partido a la isla en dos días

Llega el calor, los días son más largos y la jornada intensiva en el trabajo invita a muchos a escapar de la ciudad cuando llega el viernes. Nada mejor que una escapada para desconectar. Pero ¿Y si en menos de una hora pudieras aterrizar en un paraíso que bien podría parecer el Caribe? Aguas turquesas y cristalinas, una gastronomía rica, sabrosa y muy apetecible... Calma y tranquilidad, sin aglomeraciones ni la sensación de estar en un destino masificado. Se trata de Menorca.

Esta isla tiene la capacidad de enamorar a todo aquel que tiene la suerte de pasar unos días en ella. Y aunque las posibilidades son infinitas, hay algunos planes imprescindibles si quieres volver con la sensación de haber exprimido el fin de semana al máximo. De esos que te hacen pensar que los días han durado el doble por todo lo que has vivido.

Claro que tumbarse en una hamaca con una caipiriña junto a una piscina espectacular ya vale la pena. Pero si lo combinas con experiencias únicas, el recuerdo será inolvidable. Por eso, elegir un buen alojamiento es clave.

Imagina poder hacer yoga frente al mar en un entorno sereno, recibir un masaje con olor a coco, salir en barco, bañarte en calas escondidas, calzarte unas menorquinas artesanales, y saborear productos locales, frescos y llenos de sabor. Todo esto (y mucho más) es lo que te espera si decides elegir un hotel como Barceló Nura.

Qué hacer en un fin de semana en Menorca

Qué mejor que empezar el fin de semana con una cena en el restaurante Sa Tanca, situado en el propio hotel Barceló Nura, donde podrás disfrutar de productos locales combinados con una gastronomía inspirada en la cocina italiana. Un plan ideal y tranquilo para terminar el viernes y coger energía para todo lo que está por venir.

El sábado comienza con una sesión de yoga frente al mar, perfecta para activar el cuerpo y abrir el apetito. Después, un desayuno delicioso con quesos de Mahón, embutidos menorquines, dulces típicos, huevos benedictinos con sobrada o una refrescante ensalada de frutas con yogur.

Para aprovechar el resto del día, nada mejor que un paseo en barco para tomar el sol, disfrutar de cervezas frías, conversar con el capitán y bañarse en calas escondidas que revelan la esencia de Menorca en todo su esplendor.

A la hora de comer, Taramban es la parada ideal, con platos tradicionales menorquines y productos de alta calidad, especialmente sus deliciosos postres. Al regresar al hotel, podrás relajarte en las piscinas, descansar en las hamacas y hacer hambre para la cena. Y qué mejor que cerrar el día que en el restaurante Sa Pedrera Pujol, donde te espera un menú degustación con platos clásicos menorquines reinterpretados con un toque innovador.

El domingo es un día en el que se puede optar por descansar, recibir un masaje, y relajarse en el spa o completar el fin de semana con una visita a algún pueblo cercano. Elijas lo que elijas, estará bien: te irás con la sensación de haber exprimido el fin de semana al máximo.