Pesca

Un gallego se queda impresionado por la experiencia de pescar en Menorca: "Ha sido una pasada"

El influencer Carlos Grille, que sube contenido de pesca a su cuenta @fishinggalicia, ha compartido que tenía muchas ganas de ir a la isla a pescar con la técnica del 'rockfishing'

El influencer muestra un pescado capturado en Menorca a la cámara
El influencer muestra un pescado capturado en Menorca a la cámaraInstagram

Con solo 19 años, Carlos Grille, natural de Muxía (A Coruña), se ha hecho un nombre en el mundo de la pesca deportiva con señuelos artificiales. Bajo el nombre de usuario @fishinggalicia en Instagram, ha conseguido reunir a más de 28.000 seguidores, que siguen con entusiasmo cada una de sus capturas, trucos y experiencias.

Este verano, el joven decidió cambiar las frías aguas atlánticas por el Mediterráneo para vivir una semana de pesca en Menorca, concretamente en la zona de Fornells.

Grille llevaba tiempo con la idea en la cabeza. “Me apetecía mucho venir a pescar aquí. La isla siempre me ha llamado la atención”, reconoce. Aunque algunos amigos de la zona de Barcelona le habían advertido que en el Mediterráneo la pesca podía ser menos productiva, su experiencia fue justo la contraria: “No sé si ha sido casualidad, pero me lo he pasado genial. He pescado muchísimo”.

Practicar la técnica del 'rockfishing'

Su objetivo principal era practicar rockfishing, una modalidad japonesa que consiste en capturar peces pequeños con señuelos de reducido tamaño, buscando no solo la captura sino también el desafío que supone que estas especies den pelea.

“Suelo devolver el pez al mar”, explica. “No me gusta comer pescado y, además, creo que así contribuyo a que haya más población en el mar. Me parece perfecto que otros lo hagan para consumo propio, siempre que se respete la talla mínima”.

Sorprendido por la agresividad de las especies

En sus jornadas en Son Parc y Fornells, el joven gallego quedó sorprendido por la variedad de especies que ofrecen las aguas menorquinas y por la agresividad con la que atacan los señuelos.

“En Galicia lo más común con señuelo es pescar lubina. Aquí me he encontrado con meros, sargos y otras especies que se lanzan sin dudar a cualquier cosa que se mueva, incluso a una cabeza plomada sin vinilo. Eso en el Atlántico es impensable”, comenta.

También comprobó que, en Menorca, la actividad pesquera está muy regulada por zonas y fechas, especialmente dentro de la Reserva Marina, lo que garantiza una abundancia notable de peces.

"Me encantó la sensación"

Comparando ambas experiencias, Grille señala que en Galicia pescar sargo con señuelo es complicado, mientras que en Menorca resultó sorprendentemente sencillo. “Era lanzar, recoger y tener picada en el primer intento. En casa puedes lanzar veinte veces y no pasa nada”, relata.

Su historia con la pesca empezó hace unos seis años, casi por casualidad. Un día, paseando por el puerto de Muxía, un vecino mayor le dejó sacar del agua un pez que tenía enganchado en el anzuelo. “Me encantó la sensación. Al llegar a casa le pedí a mi madre una caña de pescar. Desde entonces, no he parado”, recuerda.

Hoy, Carlos Grille no solo disfruta de su afición, sino que la comparte con miles de personas en redes, inspirando a otros pescadores a probar nuevas modalidades y a descubrir rincones únicos para la pesca, como los que él ha explorado en su reciente aventura menorquina.