Sociedad

Las vacaciones de 3.000 marines del buque de guerra en Mallorca: Tinder, bares y mucha propina

Durante casi una semana, el coloso de 330 metros de eslora y más de 100.000 toneladas de desplazamiento ha permanecido frente a las costas de la capital balear

Las vacaciones de 3.000 marines del buque de guerra en Mallorca: Tinder, bares y generosas propinas
Las vacaciones de 3.000 marines del buque de guerra en Mallorca: Tinder, bares y generosas propinasiStock

El portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, considerado el buque insignia de la Armada de Estados Unidos y el más grande del mundo, pone rumbo hoy hacia el mar Adriático tras permanecer seis días fondeado en la bahía de Palma.

Su estancia en Mallorca ha despertado una mezcla de curiosidad ciudadana, interés mediático y reacciones políticas en plena escalada de tensiones en el Mediterráneo oriental.

Durante casi una semana, el coloso de 330 metros de eslora y más de 100.000 toneladas de desplazamiento ha permanecido frente a las costas de la capital balear, sin recibir actos oficiales ni visitas institucionales.

El USS Gerald R. Ford, que entró en servicio en 2017 y lleva el nombre del expresidente estadounidense, es una muestra del poder naval y tecnológico del país norteamericano, impulsado por dos reactores nucleares que le otorgan una autonomía prácticamente ilimitada.

Salida prevista hacia Croacia

Según fuentes portuarias, está previsto que el portaaviones levante anclas a las cuatro de la tarde, después de cerrar sus compuertas interiores a la una. Sus dos anclas de 30 toneladas serán izadas por los equipos de cubierta antes de iniciar la travesía hacia su siguiente destino: las costas de Croacia, donde se unirá a maniobras conjuntas con la OTAN.

El paso del Gerald R. Ford por Palma se enmarca en una ruta estratégica por el Mediterráneo, iniciada en junio desde la base naval de Norfolk (Virginia).

Desde entonces, ha participado en ejercicios navales en aguas del Atlántico norte y el mar del Norte, demostrando la capacidad operativa de la nueva generación de portaaviones estadounidenses.

Una ciudad tomada por miles de marinos

Durante su escala en Mallorca, unos 3.000 de los 4.500 tripulantes han podido descender a tierra para disfrutar de permisos y descanso. Desde el Dique del Oeste, convertido en zona de tránsito restringida, embarcaciones chárter y lanchas de transporte han conectado constantemente el buque con el puerto.

Una vez en tierra, los marinos han aprovechado para hacer turismo por la isla, visitar zonas emblemáticas como Valldemossa, las Cuevas del Drach o el castillo de Bellver, y disfrutar del ambiente en zonas más animadas como Magaluf o Santa Catalina.

El buque de guerra estadounidense fondeado en la bahía de Palma
El buque de guerra estadounidense fondeado en la bahía de PalmaÁ.T

Varios operadores locales confirmaron que el impacto económico ha sido notable, con miles de desplazamientos diarios en taxis, furgonetas y autobuses turísticos, además de consumo en restaurantes, tiendas y alojamientos.

Turismo, ocio y muchas propinas

Pese a la magnitud de la llegada, la presencia de los marinos se ha desarrollado con discreción y sin incidentes reseñables. Muchos han optado por rutas tranquilas o excursiones organizadas, mientras otros han preferido alquilar bicicletas o scooters para recorrer Palma por su cuenta.

Los hoteles cercanos al puerto registraron un repunte de reservas durante la semana, especialmente en suites destinadas a parejas de militares que no pueden compartir camarote a bordo.

Los conductores locales que ofrecieron sus servicios como guías improvisados relatan que, además de las propinas generosas, los marinos suelen agradecer con souvenirs del portaaviones, como gorras, camisetas o mecheros Zippo con el emblema del buque.

Entre la fascinación y el debate político

La presencia del Gerald R. Ford en aguas baleares ha generado también debate político y social. Mientras numerosos vecinos y turistas se acercaban a la bahía para fotografiar el buque, formaciones como Podemos o Més per Mallorca criticaron la escala por considerar que convierte a las islas en un objetivo militar y simboliza el poder bélico estadounidense en plena crisis internacional.

Por el contrario, otros sectores destacan el impacto económico positivo y la proyección internacional de Palma como puerto estratégico en el Mediterráneo. Según estimaciones iniciales, el gasto directo de los marinos en la isla podría haber alcanzado los 10 millones de euros en apenas seis días.

Una despedida bajo vigilancia

La partida del Gerald R. Ford se realizará bajo estrictas medidas de seguridad marítima. Desde altavoces instalados en el portaaviones, la tripulación advierte a las embarcaciones civiles que se acerquen demasiado de que están entrando en una zona restringida y deben retirarse de inmediato.

Estados Unidos podría tomar medidas defensivas y su buque podría sufrir daños”, reza el mensaje de advertencia difundido en inglés.

Este protocolo, habitual en maniobras de alta seguridad, refleja el nivel de precaución y disciplina militar que rodea cada desplazamiento del portaaviones. Con su partida, la bahía de Palma recuperará la normalidad, dejando tras de sí una imagen imponente que pocos olvidarán: la del navío más poderoso del mundo reflejándose sobre las tranquilas aguas del Mediterráneo.