
Turismo
Viajar a Menorca ya vale lo mismo que cruzar el charco hasta el Caribe: la balear se convierte en un destino de lujo
Mientras destinos exóticos como Punta Cana o Riviera Maya mantienen su atractivo con tarifas competitivas, la isla balear se posiciona como uno de los enclaves turísticos más caros, no solo de España, sino de buena parte del entorno mediterráneo.

Una reciente comparativa realizada por el portal de viajes Destinia, tomando como referencia ocho destinos de relevancia nacional e internacional, sitúa a Menorca en lo más alto de la tabla en cuanto a coste para el turista medio.
El análisis, centrado en una estancia tipo para dos personas durante una semana de agosto, bajo régimen de todo incluido, en hotel de cuatro estrellas y con excelente ubicación, revela que los precios en la isla superan los 2.700 euros.
Concretamente, una escapada a Menorca en estas condiciones asciende a 2.726 euros, una cifra que supera el coste de viajar a lugares tan lejanos como Anatolia (Turquía), donde el precio medio se sitúa en 2.496 euros, y se acerca peligrosamente al presupuesto necesario para unas vacaciones en Punta Cana (2.883 euros) o incluso en Riviera Maya, cuyo coste ronda los 3.100 euros.
La diferencia es que mientras los destinos caribeños implican vuelos transoceánicos de más de ocho mil kilómetros, llegar a Menorca desde Madrid apenas supone un trayecto de 900 kilómetros.
¿Qué está pasando en Menorca?
Los analistas coinciden en señalar que el fenómeno responde a una combinación de factores, entre ellos la enorme presión de la demanda, especialmente por parte del turismo internacional, y la limitada oferta hotelera de alta calidad que caracteriza a la isla.
A esto se suma la reciente escalada de precios en el transporte aéreo, que ha encarecido notablemente los vuelos internos en España, reduciendo la diferencia de costes respecto a destinos de largo radio.
Desde el sector turístico local se admite que los precios están en máximos históricos, pero también se defiende la singularidad de la isla. “Menorca no es un destino de masas, ofrece exclusividad, tranquilidad y un entorno natural excepcional. Esto tiene un precio”, señalan desde una asociación hotelera menorquina.
Caída en la demanda nacional
Sin embargo, el encarecimiento tiene consecuencias: según datos aportados por el propio portal de viajes, las reservas por parte de turistas españoles han disminuido un 17% respecto al verano anterior, evidenciando un posible agotamiento del mercado nacional ante precios que muchos consideran desorbitados.
Mientras tanto, destinos como Gran Canaria, Tenerife o incluso algunas zonas del Mediterráneoturco logran mantenerse más asequibles, con precios en algunos casos por debajo de los 2.000 euros para la misma configuración de viaje.
Un reto para la sostenibilidad turística
La paradoja es evidente: en plena era de reflexión sobre el modelo turístico y la necesidad de promover un crecimiento sostenible, Menorca se enfrenta al riesgo de convertirse en un destino exclusivo para pocos, mientras pierde atractivo para el visitante medio. El reto para las autoridades y el sector turístico insular es encontrar un equilibrio que preserve el entorno sin ahuyentar al turista nacional, históricamente fiel a las islas.
De cara a los próximos años, será clave observar si esta tendencia se mantiene o si, por el contrario, la escalada de precios obliga a una reestructuración de la oferta para recuperar el interés de un mercado cada vez más sensible al coste de unas vacaciones.
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