Dermatología

Acné juvenil: seis consejos para adolescentes

El acné se produce cuando los folículos pilosos de la piel se obstruyen y no permiten salir el sebo que producen las glándulas sebáceas

La mayoría de las espinillas aparecen en el rostro, el cuello, la espalda, el pecho y los hombros.
La mayoría de las espinillas aparecen en el rostro, el cuello, la espalda, el pecho y los hombros.La RazónLa Razón

Los cambios hormonales que se producen en la adolescencia provocan la aparición del acné, un problema dermatológico que afecta a más de 23 millones de europeos. Se estima que 3 de cada 4 adolescentes padecen algún tipo de acné. Aunque en la mayoría de las personas el acné tiende a desaparecer a partir de la treintena, algunos adultos de 40 o 50 años pueden seguir padeciéndolo.

El acné se produce cuando los folículos pilosos de la piel se obstruyen y no permiten salir el sebo que producen las glándulas sebáceas. Con la llegada de la pubertad, las glándulas producen más sebo y los conductos por donde sale se obstruyen. Algunas bacterias quedan atrapadas dentro de los poros y hacen que la piel se inflame: es el comienzo del acné, según explica la Asociación Española de Pediatría.

En general, hay tres tipos de acné. Cuando el poro se obstruye y se cierra, pero sobresale en la superficie de la piel, es un punto blanco o espinilla (grano). Cuando está obstruido pero abierta, la parte superior se oscurece y es lo que se conoce como punto negro. En algunos casos, la pared del poro se abre, y deja que el sebo, las bacterias y las células de piel muertas se abran bajo la piel y se forman granos rojos que puede llegar a tener pus en la punta. Además, pueden aparecer bultos grandes y sólidos que provocan dolor (nódulos) o bultos dolorosos debajo de la piel llenos de pus (lesiones quísticas)

El acné puede ser leve, cuando las lesiones son poco numerosas y consisten en punto blancos y negros, moderado si hay muchas espinillas y granos rojos, y grave cuando incluye nódulos y quistes.

La mayoría de las espinillas aparecen en el rostro, el cuello, la espalda, el pecho y los hombros.

El tratamiento del acné depende del tipo de lesiones pero, en cualquier caso, es esencial la higiene. En cualquier caso hay seis pautas a seguir según los consejos de dermatólogos y pediatras.

  • Se debe mantener la piel limpia empleando un jabón para pieles grasas dos veces al día
  • Evitar tocar las lesiones ya que puede provocar una reinfección
  • En caso de usar cremas hidratantes, maquillajes u otros cosméticos, los dermatólogos recomiendan utilizar los que especifican que son «no comedogénicos» o «libres de grasas (oil-free)»
  • Los varones deben evitar afeitarse con maquinilla eléctrica
  • Una exposición moderada al sol tiene efecto beneficiosos por su efecto bactericida
  • Evitar el roce con la zona afectada por acné, como mochilas o ropa ajustada.

En caso de que el acné no se controle con estos consejos prácticos, el médico puede recomendar tratamientos tanto de uso tópico como oral.

Entre los de aplicación sobre la piel se encuentran los queratolíticos, que deshacen «tapón» del poro, los retinoides, el peróxido de benzoilo o el ácido azelaico. Además, se puede combinar con antibióticos tópicos como la eritromicina y la clindamicina.

Los tratamiento orales se recomiendan cuando la piel presenta muchas lesiones. En estos casos el dermatólogo puede recomendar antibióticos, retinoides y anticonceptivos orales.

Durante años, la aparición del acné se ha relacionado con la ingesta de algunos alimentos, como el chocolate. Sin embargo, en la mayoría de los casos hay pocas evidencias de que la comida tenga algún efecto sobre el acné. Tampoco el estrés provoca la aparición de granos pero puede empeorar un brote.

Los dermatólogos han identificado algunos de los factores que pueden provocar el acné, entre ellos el aumento de los andrógenos, el historial familiar y algunos medicamentos que contienen hormonas o corticosteroides.

La Academia Española de Dermatología y Venerología explica que hay otros tratamientos que se aplican en consulta, y consisten en la extracción de los comedones, inyección de corticoides intralesionales en nódulos inflamatorios y empleo de peelings químicos, láser resurfacing e inyecciones de colágeno para las cicatrices de acné.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que no hay ningún tratamiento milagroso que acabe con el acné de manera inmediata y que cada tipo de acné necesita un procedimiento.