Gastronomía

La mejor gastronomía de Valencia: Marina Beach y Apicius

La mejor gastronomía de Valencia: Marina Beach y Apicius
La mejor gastronomía de Valencia: Marina Beach y Apiciuslarazon

Merece la pena perderse en Valencia en materia de vinos y gastronomía, más allá de la playa y otros secretos que esconden la ciudad. A mí, como a buena madrileña, Valencia me pilla bronceándome en sus cálidas playas. Sin embargo, la ciudad cuenta con una oferta gastronómica inmensa, que he decidido descubrir hace unas semanas en un viaje express.

Quizá sea muy osada (y me falte conocer otros rincones, por supuesto), pero hoy poy hoy hablar de gastronomía y Valencia tiene dos nombres: Apicius y Marina Beach.

Voy a empezar por el segundo, ya que me ha tocado la fibra sensible en especial dadas las vistas. Por eso del sol, el mar, las fotos con paisajes bonitos y una increible oferta basada en la alta cocina que ofrece Marina Beach.

Tras dos años de andadura, Marina Beach Club (Marina de Valencia s/n) es uno de los mejores complejos de ocio y gastronomía del litoral mediterráneo y es el único de estas características que puede encontrarse en la ciudad. Así, Grupo Recaba ha decidido poner en marcha este proyecto totalmente ‘made in Valencia’. De todos sus espacios conectados entre sí, el restaurante Marina es el que mejor refleja la riqueza de la región, demostrando que la alta cocina puede enmarcarse en un ambiente que conocemos como beach club.

Su carta podría ser una hoja de ruta para descubrir, de la mano del chef ejecutivo Sebastian Gros, la auténtica cocina valenciana a través de productos selectos y elaboraciones ancestrales. Nacido en la ciudad de Oyonnax, junto a los Alpes franceses y donde su abuelo regentaba un restaurante con estrella Michelin, Gros llegó a España tras desarrollar parte de su carrera en restaurantes igualmente galardonados de su país natal, como Chez Roger, Château Eza o Le Rivage. Pero fue en Valencia donde decidió instalarse, prendado del clima, del mar Mediterráneo y del potencial de una ciudad que emergía a nivel culinario (no en vano, es el actual Presidente de ACYRE Comunidad Valenciana). Ahora, en Marina capitanea un equipo de 24 personas y ha renovado su oferta bajo las siguientes premisas: el producto fresco y de temporada como protagonista, y las recetas tradicionales revisadas, con un toque de creatividad que marca la diferencia sin duda.

Asi, pude conocer de primera mano platos como el “esgarraet” con all-i-oli de membrillo, las rosas de alcachofa con vinagreta de miel y trufa, unos huevos rotos diferentes (con cigalitas, langostinos y puerros) y otros entrantes “directos del mar”, como las clóchinas. ¡

La impronta valenciana también se deja ver en la ensalada de tomate del Perelló (una variedad autóctona y dulce, que se sirve con ventresca) o en el ceviche de corvina del Mediterráneo con granizado de agua de Valencia. La querencia de Gros por el mar y la montaña queda patente en platos como las mollejas de ternera y gamba roja a la brasa y en la amplia variedad de carnes y pescados que engrosan la carta. Todo ello se acompaña con panes horneados en casa (focaccia, brioche, de centeno, etc.) y se remata con refrescantes y golosos postres caseros que elabora un chef pâtissier, como la horchata de chufa, el “valencianito” (zumo de naranja con helado de vainilla y Grand Marnier) o la torrija caramelizada de naranja.

La experiencia continúa en la gran terraza que se prolonga hacia el mar y que da paso a la piscina infinita, en funcionamiento desde mediados de primavera y hasta principios de otoño. En torno a ella se distribuyen mesas altas y bajas, banquetas, sofás y sillones estilo chill out, hamacas y cocoons de rafia, ideales para disfrutar de la cuidada carta de coctelería y destilados premium, así como de los bocados japoneses elaborados al momento por un sushiman. En esta zona funciona una carta propia a base de platos ligeros y frescos: ensaladas ricas, anchoas “00” D.O. Santoña, boquerones, ensaladilla rusa o sándwiches. Éstos convivirán en primera línea de playa con las propuestas mediterráneas del restaurante marinero El Portet, donde los arroces, pescados y mariscos frescos del día completan una perfecta jornada estival.

Al caer la noche, la característica cúpula del complejo alberga el Club, un espacio multiusos con un escenario para acoger una completa programación de entretenimiento con actuaciones en directo, conciertos y sesiones de sus djs residentes. Así es Marina Beach Club, un vanguardista, completo y singular espacio con personalidad propia, que nace con vocación de celebrar el buen momento que vive la cultura valenciana y para sorprender a un público nacional e internacional que busca descubrir su tradición gastronómica sin dejar de lado las tendencias.

Dos soles Repsol para Apicius y sus 350 vinos de bodega

Por otro lado, Apicius (Calle Eolo, 7. Valencia) es el proyecto más personal de Enrique Medina e Yvonne Arcidiacono, dos profesionales de la hostelería con una dilatada experiencia tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Y es que Apicius es un restaurante ubicado en el barrio de Mestalla y está reconocido con dos soles Repsol y una entrada en la Guía Michelin que practica, por encima de todo, la filosofía de culto al producto de temporada.

Atún rojo del Mediterráneo, guisantes del Maresme, espárragos blancos de Tudela del Duero... Cada estacin nutre a la cocina de Enrique de los mejores frutos del mar y la tierra. Ingredientes que él interpreta en clave de vanguardia con la sutileza y elegancia que caracteriza a cada uno de los platos.

Zaragozano de nacimiento, Enrique se formó en la Escuela de Hostelería de Barcelona, ciudad en la que realizó diferentes stages, y después se trasladó a Francia donde trabajó en el dos estrellas Michelin Les Jardins de l’Opera (Toulouse) y en el dos estrellas Michelin La Bastide de Saint Antoine. Restaurantes de los que heredó su rigor técnico y precisión académica. De ahí dio el salto a Mallorca, al entonces Relais & Châteaux Hotel Son Net, donde conoció a Yvonne, que ejercía allí como sumiller y jefa de sala. Además del amor entre ambos, de ese encuentro nació la idea de emprender juntos su propio negocio y en 2007 abrieron las puertas de Apicius en el barrio valenciano de Mestalla.

Desde entonces hasta ahora Apicius ha ido evolucionando siempre en la línea de una cocina de respeto al producto de estación que bebe de la elegancia y sofisticación francesa, de las raíces de su autor y del entorno en que se ubica mirando al mar Mediterráneo pero sin darle la espalda al interior. El resultado es una propuesta elegante, sobria y con un toque de chispa que se completa con una imponente bodega de más de 350 referencias, entre las que destacan los vinos blancos de Alemania, el país natal de Yvonne.