La seguridad de Pedro Larumbe con un Vega Sicilia

Sin ánimos de menospreciar este vino, esta obra genuina que ha parido la historia de los viñedos españoles, me pregunto cuándo le daremos la oportunidad de concederle la medalla de oro a algún vino menos conocido.

La semana pasada tuve el placer de ser invitada al fabuloso homenaje a Rafael Ansón que tuvo lugar en la Real Casa de Correos en plena Plaza de Sol de Madrid.

Al evento acudieron diversos chef con Estrellas Michelín y personalidades del mundo de la comunicación, la gastronomía, la política e incluso la moda, como Agatha Ruiz de la Prada en compañía de Tristán Ramírez de la Prada con quienes hemos comentado lo rico que estaba el cochinillo que nos sirvieron.

Tuve el placer de volverme a encontrar con mi querido Custodio Zamarra con quien compartimos risas junto a José María Álvarez del Manzano, e intercambiamos opiniones sobre Pingus y otros vinos.

Debo destacar que el buffet, inspirado en los 80 y liderado por grandes como Paco Roncero (probé ese huerto de verduras que por 1.500 euros se ofrece en Ibiza en Sublimotion junto a otros platos), Ferrán Adriá, David Muñoz, entre otros tantos... ha sido un ejemplo de la materialización del lujo en gastronomía.

Pero mi objetivo de la noche era Pedro Larumbe. El famoso chef que da nombre a varios restaurantes (yo suelo ir mucho al que está situado en Castellana 38) me concedió una agradable charla-entrevista en la que no dudé en sacar el tema de los vinos.

Le pregunté que, si tuviera que quedarse con uno, cuál sería su vino preferido. Pedro empezó a dudar. Insistí y le dije: “¿con qué vino te gustaría morir?”. A lo que sonrió y me dijo que con un Vega Sicilia (D.O. Ribera de Duero). Después le pedí que, por favor, me confesara, pero en un lenguaje de emociones, qué le transmite un Vega Sicilia. “Seguridad, respeto y naturaleza”.

Con estas tres palabras, que me emocionan, me despido por hoy. Y más adelante seguiremos debatiendo acerca de este vino.