Ayuntamientos
La careta de la izquierda
Ya hace algo más de un año que muchos ayuntamientos y comunidades autónomas cambiaron de signo político. Muchas de estas instituciones estaban gobernadas por el PP y ahora lo están por Podemos, con sus cientos de marcas blancas repartidas por toda la geografía nacional, y por el PSOE de Pedro Sánchez.
La coalición de estos dos, unas veces para aupar a un alcalde podemita como en Madrid y en otras a una socialista como en Getafe, las prometían muy felices. Los morados prometían acabar con la corrupción, con la supuesta desnutrición infantil, con los desahucios y querían “recuperar” las instituciones para el pueblo. Pues bien, de ese país de unicornios que nos prometían, hoy tenemos dirigentes como Echenique que no pagan la Seguridad Social a su asistente, que los programas de servicios sociales de los consistorios populares siguen aplicándose en los podemitas (tan malos no serían), los desahucios que han tenido lugar en estas ciudades continúan registrándose; y las instituciones se han entregado, en vez de al pueblo como decían, a sus familiares y amiguetes, como ha hecho Carmena.
Estos portadores de buenas nuevas, de amor y sonrisas hoy han dejado ver su auténtica cara, habiendo sido desprendidos de su careta. Protegen a personas que pegan a una mujer embarazada como Bódalo, que también agredió a un concejal socialista. Jalean a aquellos que arrebatan la propiedad privada por el artículo treinta y tres para ejercer de okupas. Eso sí, todo esto sonriendo... Ya lo decía Shakespeare: “Es más fácil conseguir lo que se desea con una sonrisa que con la punta de una espada” y claro, estos lo saben muy bien.
Pero los ayuntamientos socialistas tampoco escapan a estas perversas artes. En Getafe, la alcaldesa prometió ser más transparente que nadie, publicar su agenda y facilitar el acceso a la información a todos. Pues bien, nada de eso ha sido así. Mientras desde el PP le hemos pedido conocer las contrataciones que ha hecho en la empresa pública de limpieza de la ciudad, ella mira para otro lado; mientras publica un acto en su agenda clamorosamente público, realiza un centenar de ellos de manera oculta como secretaria general de los socialistas madrileños, haciendo dejación de sus funciones como alcaldesa; mientras los trabajadores municipales pagan el aparcamiento de sus vehículos, ella se permite regalar tickets de gratuidad total a una amiga suya y nos veta el acceso a la información.
Sara Hernández también prometió “devolver la participación” a los getafenses. La realidad ha sido testaruda con ella, solo el 1% de la población ha participado en sus pantomimas de consultas asamblearias. Todo esto mientras desoye a una familia a la que le ha sido cerrada su escuela de danza y única fuente de ingresos familiares. Mientras Sara Hernández usa el boletín municipal para venderse a bombo y platillo, los parques y jardines se secan, literalmente. Mientras la líder socialista realiza exposiciones de exaltación a la II República, la suciedad y la falta de mantenimiento inunda nuestras calles; y mientras Sara Hernández pelea por mantenerse a flote en el PSOE de Madrid, nos regala la destitución de una concejala de su propio gobierno al grito de “si no tienes trapos sucios, nos los inventamos”.
La careta de la izquierda ya tapa poco o nada. Poco más de un año ha hecho falta para ver el rostro verdadero que escondían tanto unos como otros. Oportunistas y pancistas nos gobiernan, solo espero que por poco tiempo.
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