Ayuntamiento de Madrid
Los microbarrios de Carmena
Ahora Madrid ha conseguido tener en contra a todos los grupos de la oposición, ya tiene mérito y más con un tema tan crucial, para las personas y para la ciudad, como la política de vivienda de emergencia. Esta semana quiero hablaros de ello, como me comprometí en mi entrada anterior, porque el tema es serio y me preocupa tanto que lo he planteado tanto en la Comisión como en el Pleno de este mes de Septiembre, inicio del Otoño.
Los ya famosos “microbarrios” van a estar compuestos de viviendas prefabricadas, de distintos tamaños, rodeadas de jardines comunes e instalaciones con fines sociales. En estos pequeños recintos la Alcaldesa de Madrid, tan preocupada siempre por los más vulnerables, pretende que familias enteras vivan temporalmente, con un criterio de concentración de personas en situaciones vitales complicadas. No haber ejecutado a tiempo el presupuesto destinado a la construcción de vivienda pública de la Empresa Municipal ha ocasionado esta sinrazón, lo peor de todo, que este gobierno no atiende a razones y por más que se les explique que estas políticas están obsoletas que ya se han experimentado y han fracasado, se empecinan en llevarlas adelante. La responsable de políticas sociales, Marta Higueras, reclama su derecho a equivocarse y se mantiene en sus trece. Viva el diálogo y la tolerancia hacia las opiniones ajenas. A ver si aprenden en el gobierno municipal que “los experimentos con gaseosa” y no con los ciudadanos más vulnerables. Mucho se les llena la boca hablando de sus adorados procesos de participación y de la participación de la ciudadanía pero poco los aplican cuando quieren imponer su criterio. Reconozco la dificultad de planificar la vivienda social; hay variedad de modelos, hay que estudiar nuevas experiencias e innovar pero lo que no se puede es improvisar y actuar bajo la presión de las prisas. El asunto requiere reflexión. Desde luego, yo no me arriesgaría a plantear experimentos sociales de concentración cuando arrastramos malas experiencias que han dado malos resultados y que han provocado efectos secundarios indeseables y dañinos para nuestra convivencia, salubridad, seguridad e integración. Primero fueron “los artefactos” ahora los “microbarrios”
El pasado mes de Agosto nos han presentado un proyecto sin evaluaciones, sin ningún apoyo técnico, sin haber consultado a las asociaciones que trabajan el tema y lo que es peor, sin haber informado ni a la oposición ni a los vecinos de las zonas afectadas, el “gobierno de las consultas” solo pide opinión cuando la necesita para reforzar sus variopintas ocurrencias, si no impone y experimenta: las carmenadas no cesan.
En cuanto a las consultas, recordemos que apoyan la consulta catalana, da lo mismo que otras administraciones se posicionen en contra, son cuestiones ideológicas que les importan. También la sucesión o reelección de Carmena en las próximas municipales ocupa su pensamiento pero que las personas con dificultades puedan tener una vivienda digna, no un barracón temporal, les importa menos y eso que en enero se les acaban las ultimas viviendas sociales y no han construido más.
Cualquier intento destinado a solucionar el grave problema de la vivienda social en la capital es loable pero que planifiquen con mayor reflexión y con tiempo porque de las cuatro mil viviendas prometidas por Carmena para este mandato solo se han iniciadolasobras en un tres por ciento. Menos presumir de sensibilidad social y más acción. No creemos “guetos” que provoquen una situación de marginalidad irreparable en el futuro, pequeños suburbios en los que habiten personas marginadas de nuestra sociedad, el objetivo tiene que ser otro. Gestionen por favor gestionen y no planteen más problemas a los madrileños.
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